Y Sarmiento pegó el salto
definitivo. Le ganó muy bien a Ever Ready, clasificó a semifinales y quedó ayer
como único líder del torneo “Jorge Pereyra” a falta de una jornada donde se
verá las caras con Independiente de Castelli, hasta aquí el otro clasificado de
los cuatro elencos que irán a dirimir el título en esta segunda parte de 2012.
Con carácter de equipo
afianzado, Sarmiento le hizo sentir a Ever Ready que tenía enfrente a un rival
por demás confiado en sí mismo, luchador en la mitad de la cancha y corajudo
para plantarse bien arriba, sin especular absolutamente nada. La estrategia le
salió redonda, poque los de Irazábal jamás pudieron cortar el circuito ideado
por el albo.
En medio de un desarrollo
parejo, áspero y poco vistoso, fue Sarmiento el que sacó rédito por tener los
mejores intérpretes. Monge y Villalba se comieron la mitad de la cancha, y
adelante el tridente Moltoni – Herrera –Márquez trajo serio peligro cada vez
que la pelota cruzaba a terreno contrario. Ever Ready otra vez nada, como
acostumbrándose peligrosamente a que sólo pasen los minutos.
Pero además Sarmiento tuvo un
hombre vital, que ratificó con una actuación notable que es uno de los mejores
delanteros que han aparecido en los últimos tiempos. Diego Herrera marcó los
dos tantos con que su equipo selló el pasaje a la instancia final, con dos
soberbias definiciones que hicieron estallar al público “Calavera”.
La primera aparición clara y
certera del delantero fue recién a los 38 minutos de la primera parte, cuando
recibió un pase de Moltoni y se cerró de la derecha hacia el centro, sacando un
zurdazo tremendo y contra el caño derecho de Hernando, que nada pudo hacer para
contener el violento envío que dejó en ventaja a Sarmiento en el cierre de la
etapa inicial cuando todo era más o menos parejo.
Un claro penal del arquero
Ludueña sobre Gelmini que el árbitro Galetta no sancionó ni bien comenzó el
complemento, calentó el partido, y hasta en esa sacó rédito Sarmiento. Comenzaron
los roces, las fricciones y el juego brusco, y como el árbitro fue complaciente
se jugó en el terreno en el que el local mejor se adapta.
Futbolísticamente Sarmiento
fue más en la etapa complementaria, y si bien no fue vistoso creó las mejores
oportunidades, como ese estupendo derechazo de Patricio Márquez que reventó el
ángulo izquierdo del arco de Hernando. Ever Ready se sintió acorralado, sin
ideas y con Milano como alternativa para subir, llegar al fondo y sacar centros
que casi siempre murieron en las seguras manos de Ludueña, o fueron rechazados
por una defensa muy bien parada.
Desesperado y viendo que la
pelota la tenía el rival, Irazábal mandó a la cancha a Salim por el
intrascendente Dager, que jamás encontró su lugar en la cancha. Nada cambió, y
ante la insistencia de Sarmiento comenzaron las fallas defensivas de la última
línea blanquinegra, que regaló muchos espacios y prácticamente “se suicidó”.
Diego Herrera tuvo un
protagonismo esencial en esa parte del partido, porque su potencia complicó, y
porque fue siempre la referencia de área de un equipo que jugó en función de
saber que arriba había con qué. Cuando aprovechó los espacios fue terrible, y
lo demostró a los 21’
cuando falló Speroni y el delantero quedó mano a mano con Hernando, enviando la
pelota apenas desviada.
El partido fue efervescente y
al límite, y sobre el cierre tuvo a Herrera otra vez como protagonista. Con
Ever Ready adelantado buscando un empate tranquilizador y “clasificador”, Sarmiento
lo liquidó con una contra perfecta que terminó en una definición exquisita de
Diego Herrera, que a los 43’
le bajó la persiana al gran triunfo de Sarmiento, que lo devolvió a la punta y
lo dejó ya instalado en las semifinales, despertando más desazón aún en un
rival que sigue sin aparecer.