martes, 25 de marzo de 2014

El torneo local comienza el 6 de abril

Luego de la eliminación de Independiente del Torneo del Interior, el fútbol de Dolores esperaba poner en marcha rápidamente su primer certamen 2014, que llevará el nombre de “Expedición Atlantis”, en homenaje a los 30 años de aquella estupenda hazaña que mezcló lo humano, lo deportivo y lo científico y que estuvo al mando de Alfredo Barragán.
Pero el Consejo Unico de la Liga informó anoche en forma oficial que el certamen se iniciará el fin de semana del 5 y 6 de abril, para arrancar así toda la actividad junta, puesto que allí también se pondrá en marcha el Fútbol Infantil.
Si bien es cierto que en principio algunas voces hablaban de que la actividad arrancaría el venidero fin de semana, la Liga cortó por lo sano, decidió darle un descanso a Independiente y comenzar toda la actividad oficial el primer fin de semana de abril.
La fecha de inicio del fútbol local había generado muchas controversias y tras algunas dudas, se había quedado en que después de culminada la llave de Independiente en el TDI se definiría el comienzo que ya quedó ordenado. De no ocurrir nada extraño, el certamen culminará el domingo 29 de junio, en plena disputa del Mundial Brasil 2014.

La primera jornada presenta la particularidad del desarrollo de dos clásicos: Social – Ever Ready e Independiente – Deportivo. Pero además jugarán Ferro – Ferroviario, Independiente – Sarmiento y Conesa – Dolores.   

lunes, 24 de marzo de 2014

TDI: El golpe con la historia lo dio Labardén

Todo mal. La cita con la historia era para Independiente, pero finalmente se fue para otras latitudes. Porque Parque de Deporte Labardén dio la nota, y ayer en el mismísimo “Delfor Del Valle” le borró de un sopapo las aspiraciones al confundido equipo dolorense, que demasiado confiado y equivocando todos los caminos terminó desperdiciando una chance única de acceder a las semifinales del Torneo del Interior.
Una semana atrás las imágenes de uno y otro habían sido totalmente opuestas. Aquella vez quedó flotando la sensación que los de la calle Rivadavia iban a pasar si estaban finos en la definición y seguros en defensa. Pero nada de eso ocurrió, y encima se toparon con un equipo afilado, concentrado y tácticamente superior, al que nada le importó venir a jugar a una cancha “grande”; es más, eso fue aliciente para que todo le saliera mejor.
¿Qué pasó para que todo se diera vuelta? Inicialmente, es posible (aunque improbable) que los jugadores de Independiente se supieran ganadores desde el vamos. Esa falla suele ser mortal, porque en el fútbol nunca está nada dicho, y menos aún en esta clase de instancias. Después, el funcionamiento colectivo de los dirigidos por Yori y Capdeville distó muchísimo de lo que habían hecho en otras ocasiones, tanto que fue sin dudas la peor actuación del certamen.
Condicionado porque nunca nada le salió bien al local, salvo en los instantes iniciales cuando arremetió con furia, el partido fue vibrante desde todo punto de vista. Muy inteligentemente y aprovechando los espacios que regaló Independiente, Parque jamás vino a refugiarse y por momentos fue tremendamente más, hasta hacerse de a poco dueño del primer tiempo.
Tres veces estuvo Independiente a punto de abrir el marcador en tan solo 6 minutos. Nunca pudo. Fueron dos llegadas de Spergge y una de Alvarez, necesitado y desaparecido por completo. De a poco Parque fue dándose cuenta que arriba estaban Mazzanti y Ríos, y cuando Castro y Sabudal se juntaron para generar, abastecieron la velocidad de los delanteros que ganaron por cualquier costado.
Mazzanti tuvo 20 minutos en los que enloqueció a toda la defensa con su movilidad, exigiendo en un par de veces a Calabrese, que después respondió notablemente ante el irreverente Gervasio Tolosa, hasta que a los 38’ Mauro Castro metió un zurdazo magistral de tiro libre, bien dirigido contra el primer palo, donde el arquero del Rojo no pudo llegar.
Ya nada sorprendía a esa altura. Parque merecía la ventaja por sí, y para castigar las debilidades mentales y futbolísticas de un Independiente desorientado atrás, y sin reacción del medio hacia adelante, con Alvarez perdido y Roncoroni sin conexión alguna allá lejos y peleándola demasiado solo.
Independiente jugó demasiado en línea atrás y eso agrandó las chances de Parque, que a los 2 minutos del segundo tiempo siguió hiriendo de muerte al local, pero el travesaño lo salvó de una nueva caída ante un remate de Sabudal. A los 11’ se fue expulsado Nihuel Tolosa, pero el Rojo no supo cómo aprovechar esa ventaja, evidenciando su total falta de ideas.
Parque se rearmó bien pese al hombre menos, y a los 24’ volvió a pegar. La jugada nació en un lateral por izquierda, la pelota le llegó al veloz Ríos que encaró por ese sector y se cerró sin marcas, sirviéndole la pelota al inteligente Sabudal, que de cara al arco y entrando de frente sacó un fuerte derechazo que dio en el travesaño y se metió para el 2 a 0.
Baldazo de agua fría, pero baño de realidad. No sólo Independiente había hecho las cosas mal atrás, sino que no había respuestas futbolísticas del medio hacia arriba para intentar una reacción. No obstante, el ingreso del pibe Zeballos fue un soplo de aire fresco, y de un tiro de esquina suyo vino el descuento de Alvarez enseguida, que encendió una leve llama de esperanza.
Con el score más cerrado, Parque se fue a jugar bien abroquelado cerca de su área grande. Supo defenderse ante un Independiente errático, repetitivo y con más ganas que fútbol. Así las cosas nunca le salieron, y terminó pagando muy caro todas esas falencias. Tanto fue así que la porción de historia que tenía reservada terminó llevándosela el equipo de Labardén, que se aferró a su libreto y se metió nada menos que en una semifinal y de visitante. Golpazo histórico.