viernes, 30 de noviembre de 2012
LAS FINALES
La Liga Dolorense dio a conocer las canchas y horarios de las revanchas de las finales del torneo “Jorge Pereyra”, con este cronograma (entre paréntesis los resultados de la ida):
MAÑANA
Cancha General Conesa
17:00 (4ta.): Conesa (1) vs. Independiente Dol. (0)
Cancha Independiente (Castelli)
17:00 (5ta.): Indep’te. Cast. (2) vs. Indep’te. Dol. (3)
DOMINGO
Estadio Municipal
17:00 (1ra.): Ever Ready (0) vs. Sarmiento (0)
Cancha Ferro
11:00 (6ta.): Ferro (1) vs. Independiente Dol. (1)
martes, 27 de noviembre de 2012
Mucha garra y poco juego
Poco y nada, en un partido cerrado, trabado y más peleado que jugado.
Fue un 0 a
0 grande, y justo si se quiere aunque Ever Ready haya sido un poco mejor en el
segundo tiempo ante un Sarmiento que salió a hacer el gasto en el primer
período, pero poco hizo para inquietar a Guillermo Hernando. Entonces, quedaron
a mano y el próximo domingo con las fojas en cero volverán a medirse, ahora en
el Estadio Municipal.
Tal como mandaba la historia, por ser local Sarmiento empezó con más
ímpetu el duelo, plantándose bien arriba y apretando en la mita de la cancha
con buenas tareas de Gutiérrez y Villalba. Sin un jugador fijo a cargo de su
voluntad de atacar, casi toda la responsabilidad recayó en el más chico de los
Márquez, Patricio, que se puso el equipo al hombro y enarboló cada avance
“Calavera”.
Empuje, garra y determinación puso el número 10 de Sarmiento contra
todas las voluntades blanquinegras, pero el “Pato” pocas veces encontró socios
en su tarea personal. Y entonces el local diluyó sus intenciones. Del otro
lado, a Ever Ready le costó hacer pie en la mitad, pero la temprana lesión de
Cano y el ingreso de Lanfranchi le dieron más frescura al elenco de Irazábal.
Una vez más lo mejor de Ever Ready comenzó a erigirse en una férrea
defensa. Allí Herrera y Franco Moltoni chocaron siempre contra sus rivales, y
fueron tantas las ganadas que al fin y al cabo las mejores chances las tuvo el
visitante a poco del cierre de la etapa. Una llegada de Moltoni (que debió ser
expulsado por doble amarilla, pero el árbitro no le mostró la segunda en una
jugada clara de amonestación), puso en aprietos a Sarmiento, que a los 33’ pasó un gran susto cuando
Coronel quedó mano a mano y el arquero Ludueña cortó con el pie.
La segunda mitad tuvo otra tónica. Ever Ready salió decidido a llevarse
por delante al rival, y lo hizo desde el comienzo, cuando Córdoba y Gelmini
comenzaron a entrar en sintonía, pero a los de la calle San Martín les faltó
esa cuota de profundidad que debe caracterizar a un equipo ambicioso.
Pareció una vez más que el blanquinegro pasaba a depender casi
exclusivamente de la estupenda pegada de Gelmini, que a los 12’ metió un preciso tiro libre
al área chica, donde Lucas Speroni apareció para tocar al gol, pero entre el
arquero Ludueña y el travesaño le negaron la conquista en lo que sería la más
clara de Ever Ready en todo el partido.
En lo poco que hubo, enseguida Patricio Márquez respondió en el otro
arco con una fabulosa tijera que encontró bien parado a Hernando, que con una
no menos formidable atajada envió el balón al tiro de esquina. Parecía que el
partido levantaba en emociones cuando “Pato” Márquez estrelló un tiro libre en
el ángulo, pero ahí murió todo.
El menor de los hijos del inolvidable “Carli” estaba jugando
prácticamente solo, y un terrible golpe de Speroni sobre su rostro, que el
árbitro Vallejo castigó con una leve e injusta amonestación, hicieron calentar
lo que quedaba del partido. Desde allí fue Ever Ready intentando y Sarmiento
jugando de contra, con un ambiente caliente dentro del rectángulo. Propio de
una final.
Para tratar de darle aire ofensivo, Irazábal ya había mandado a la
cancha a Carlos Márquez, que poco pudo hacer ante las escasas chances que tuvo.
Los roces estaban a la orden del día y una pelota larga Patricio Márquez cayó
en la mitad de la cancha, acusando un golpe de Milano. A instancias del cuarto
árbitro Alberto Dupláa y del asistente Leandro Vallejo, el juez expulsó a ambos
jugadores, sin entenderse demasido por qué el futbolista de Sarmiento también
había visto la roja.
Ya no quedaba nada, y mandaron más resquemores que ganas de buscar, pero
todos entendieron que lo mejor era tranquilizarse y esperar lo que deparará los
siguientes 90 minutos, allí donde deberán, sobre todo, perder ambos el miedo a
perder. ¿Podrán?
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