Apareció Ever Ready, sin grandilocuencias, pero mostrando argumentos sólidos en un partido difícil. Y se lució Franco Gelmini, que con tres goles marcó el rumbo de una victoria de esas que importan, porque Sarmiento siempre es un rival duro para cualquiera.
El 4 a 1 final refleja la distancia que hubo entre un equipo y otro, porque el puntero mostró solidez y robustez para dar vuelta un resultado adverso, como ya lo había hecho frente a Independiente en la primera fecha, dejando a las claras que por las dudas también tiene una buena dosis de temple.
Pero para que Ever Ready llegue a los cuatro tantos, hubo una diferencia personal que marcó Franco Gelmini, vital en el funcionamiento de un equipo que mostró variantes y fue netamente superior en todas sus líneas a un Sarmiento laborioso y que extrañó no tener un socio para acompañar a Jorge Equisito, muy bien tomado del lado de enfrente.
Sin Ranieri, afectado por un fuerte estado gripal, Irazábal debió recurrir al veterano Martín Canale, que empezó sufriendo porque tempranamente Sarmiento llegó al gol cuando el juvenil Etcheverry apareció solo por el segundo palo para conectar un centro de Monge desde la izquierda.
Rápidamente Ever Ready alcanzó el empate merced a un grueso error del arquero Matías Arriola, que no pudo contener un accesible centro de Gelmini. El 1 a 1 ponía el partido otra vez en fojas cero, y desde allí la paridad comenzó a imperar en el trajín, aunque siempre las mejores acciones se veían desde el lado de los de la calle San Martín.
No obstante ello, Sarmiento lo tuvo en una de las pocas buenas que pudo hacer el bien controlado Equisito, que se fue por la izquierda y puso un centro preciso para Etcheverry, que definió cruzado y apenas desviado. Gran susto para el puntero, que sobre el final de la etapa iba a encontrar el desnivel en el marcador.
Parecía que el primer tiempo se iba en empate. Pero Franco Gelmini peleó y ganó una pelota en tres cuartos de cancha rival, y desde allí sacó un centro para la aparición del siempre cumplidor Coronel, que ganándole las espaldas a la defensa fue a enfrentar a Arriola y puso el 2 a 1, que por poco no se convierte en 3 a 1 después cuando el propio delantero reventó un poste en un mano a mano.
Con todo lo que había ocurrido en los minutos finales, no quedaban dudas de que Ever Ready era más claro, y en la segunda mitad se haría cargo de corroborarlo. Primero tuvo que sufrir porque un cabezazo de Franco Moltoni, que enseguida se retiró lesionado, se fue apenas desviado, pero después de la mano de Gelmini llegaría a una victoria amplia.
Los persistentes envíos aéreos del “Calavera” insistiendo ante Canale, que casi siempre respondió bien apelando a sus efectivos puños, fueron el camino elegido por los de Barragán. En tanto del otro lado, mientras Gelmini se juntaba con Garófalo, Coronel casi siempre caía en la trampa de la posición adelantada.
Hasta que Gelmini se puso la pilcha de enorme jugador y a los 26’ encaró desde su propio terreno, burló a toda la defensa sarmientista, que salió mal y lejos, y encaró a pura potencia hasta que pisó el área y con un envío seco y seguro la puso junto al poste derecho. Corrida electrizante y gol enorme para que los blanquinegros griten por un buen rato. Tres minutos después se encontró con Garófalo en una enorme pared y fue a definir con una clase estupenda. El 4 a 1 ya no tenía vuelta, y con Sarmiento rendido sólo quedaba que pasen los minutos.
Mientras Monge dejaba una vez más a su equipo con diez, el partido se fue muriendo y con Ever Ready abrazándose a su mejor versión en este Apertura, con esos ingredientes que hacen a todo buen equipo: temple para marcar, solidez y soltura en sus movimientos, y ahora individualidades como las de Gelmini que lucen para desequilibrar.