Tras toda eliminación, como así también en todo éxito deportivo, deben buscarse explicaciones que deben ser analizadas detenidamente, para así arribar a conclusiones más o menos precisas. Esto es de acuerdo del lado que se lo mire. Se puede coincidir o no, pero deben intentarse arribar a ciertas conjeturas.
El domingo Ever Ready le dijo adiós al Torneo del Interior, y a muchos les quedó la sensación de que el equipo de Cellillo tuvo todo para seguir en carrera. Pero entonces, ¿por qué no fue así?.
De manera sencilla uno encuentra respuesta rápidamente: esto es fútbol, y aquí todo puede pasar. No se trata de sopesar que equipo jugó mejor o peor, ni cuál de los dos tuvo mayor dominio del balón. En esta serie eliminatoria de 180 minutos pasaba el que ganaba, y el que hacía más goles. Velense hizo 3 y Ever Ready 2. Punto.
En los partidos de ida y vuelta, el equipo tandilense sacó ventaja porque pensó en dos juegos de 90 minutos, mientras que el conjunto de Dolores jugó a uno solo de 180. Por ello, Velense vino a Dolores con variantes y jugó mejor que de local, y Ever Ready sufrió los mismos inconvenientes que en Tandil.
Con el arco cerrado
Tanto en el “San Martín” como en el “Delfor del Valle” los dirigidos por Cellillo fallaron en la definición, y en una serie tan pareja como la que se libró con Velense, esa falta se pagó cara, carísima. El DT probó variantes: jugaron alternadamente Parodi, Di Franco, Estévez y Alday. Nadie respondió correctamente en el global. Como contrapartida, Velense usó a Bonarrigo y Casalla. Hicieron los tres goles.
La mitad de la cancha fue otro sector fundamental donde el conjunto de Dolores perdió ante el rival. Venanzi fue la gran figura de la serie, por prestancia, equilibrio y sacrificio. Del lado de Ever Ready, Silvio D’Angelo careció de compañía porque Hidalgo se desdibujó luego de una primera ronda correcta, y porque Sepero primero no estuvo y luego se lesionó prematuramente.
Además Venanzi no jugó solo. Arnaiz, Sánchez y el domingo Chiufo, se acoplaron inteligentemente para copar el sector y estar siempre arriba de Márquez e Icarde, que poco aparecieron. A propósito del 10 de Ever Ready, brilló en los 45 iniciales en Tandil, pero después nunca supo ser manija ni mostrarse para intentar llevar el equipo adelante.
En la última línea también hubo diferencias a favor de los de María Ignacia. Tanto de local como de visitante jamás cometieron desatenciones graves, y salvo una escapada de Di Franco ante Trama en Tandil, no pasó sofocones porque administró bien cada ataque y porque Ever Ready no lastimó. El blanquinegro cometió dos fallas gruesas y costaron caro: ambas pelotas terminaron besando la red del arco de Ranieri.
Alguien puede adosar que tampoco tuvo suerte Ever Ready, y es cierto. Aunque llegó poco, el travesaño salvó tres veces a Velense en la serie. Pero a ese factor hay que ayudarlo, y el blanquinegro poco insistió como para quebrar esa racha adversa.
Por todo esto Dolores se quedó otra vez y rápidamente sin representantes en el Torneo del Interior. Puede haber otras cuestiones, pero en lo sustancial éstas son las razones que explican una eliminación.
Diego Bavera
El domingo Ever Ready le dijo adiós al Torneo del Interior, y a muchos les quedó la sensación de que el equipo de Cellillo tuvo todo para seguir en carrera. Pero entonces, ¿por qué no fue así?.
De manera sencilla uno encuentra respuesta rápidamente: esto es fútbol, y aquí todo puede pasar. No se trata de sopesar que equipo jugó mejor o peor, ni cuál de los dos tuvo mayor dominio del balón. En esta serie eliminatoria de 180 minutos pasaba el que ganaba, y el que hacía más goles. Velense hizo 3 y Ever Ready 2. Punto.
En los partidos de ida y vuelta, el equipo tandilense sacó ventaja porque pensó en dos juegos de 90 minutos, mientras que el conjunto de Dolores jugó a uno solo de 180. Por ello, Velense vino a Dolores con variantes y jugó mejor que de local, y Ever Ready sufrió los mismos inconvenientes que en Tandil.
Con el arco cerrado
Tanto en el “San Martín” como en el “Delfor del Valle” los dirigidos por Cellillo fallaron en la definición, y en una serie tan pareja como la que se libró con Velense, esa falta se pagó cara, carísima. El DT probó variantes: jugaron alternadamente Parodi, Di Franco, Estévez y Alday. Nadie respondió correctamente en el global. Como contrapartida, Velense usó a Bonarrigo y Casalla. Hicieron los tres goles.
La mitad de la cancha fue otro sector fundamental donde el conjunto de Dolores perdió ante el rival. Venanzi fue la gran figura de la serie, por prestancia, equilibrio y sacrificio. Del lado de Ever Ready, Silvio D’Angelo careció de compañía porque Hidalgo se desdibujó luego de una primera ronda correcta, y porque Sepero primero no estuvo y luego se lesionó prematuramente.
Además Venanzi no jugó solo. Arnaiz, Sánchez y el domingo Chiufo, se acoplaron inteligentemente para copar el sector y estar siempre arriba de Márquez e Icarde, que poco aparecieron. A propósito del 10 de Ever Ready, brilló en los 45 iniciales en Tandil, pero después nunca supo ser manija ni mostrarse para intentar llevar el equipo adelante.
En la última línea también hubo diferencias a favor de los de María Ignacia. Tanto de local como de visitante jamás cometieron desatenciones graves, y salvo una escapada de Di Franco ante Trama en Tandil, no pasó sofocones porque administró bien cada ataque y porque Ever Ready no lastimó. El blanquinegro cometió dos fallas gruesas y costaron caro: ambas pelotas terminaron besando la red del arco de Ranieri.
Alguien puede adosar que tampoco tuvo suerte Ever Ready, y es cierto. Aunque llegó poco, el travesaño salvó tres veces a Velense en la serie. Pero a ese factor hay que ayudarlo, y el blanquinegro poco insistió como para quebrar esa racha adversa.
Por todo esto Dolores se quedó otra vez y rápidamente sin representantes en el Torneo del Interior. Puede haber otras cuestiones, pero en lo sustancial éstas son las razones que explican una eliminación.
Diego Bavera
1 comentario:
Más preciso imposible. Como siempre Diego. Notable síntesis.
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