lunes, 4 de octubre de 2010

Grito Rojo en el clásico de Castelli

Al final, cantó el que menos está acostumbrado a festejar en esta clase de partidos, y lo hizo de la mejor manera, de esa que el hincha siempre espera que alguna vez ocurra: sobre la hora, como para gritarlo dos días seguidos y acrecentar el padecimiento del otro, que encima ayer se fue con un sabor más amargo porque el otro se lo pudo dar vuelta.

Independiente festejó como se debe, porque el triunfo agónico que consiguió el “Sapo” Sebastián Suárez vale mucho: fue el primero del certamen, y le sirvió para catapultarse a la pelea por la punta, porque ahora está a dos unidades del líder Conesa. Para Deportivo fue todo lo contrario, porque parece haber enterrado definitivamente todo lo bueno que alguna vez prometió en la primera parte de 2010.

Fue cambiante el derby castellense, porque Alfredo Cámara abrió la cuenta para Independiente a los 33 minnutos de juego, y con ese resultado se acababa la primera parte. Pero Deportivo se despabiló y pegó duro de entrada: al minuto empató Etchemendy, y a los 7’ Lacrúa colocó el 2 a 1. Los de Celario se refugiaron, pero se defendieron mal, porque sufrieron las expulsiones de Gestido y Fernando Averza, y esa ventaja no iba a ser desaprovechada por los de Vincenti.

El tiempo corría y el Rojo apretaba, hasta que a los 31’ tuvo un penal a su favor de Alfredo Cámara cambió por penal. El empate puso a tiro al Rojo, que apretó el acelarador y arremetió contra la valla de Tejeda. Fue y fue, hasta que en el último suspiro el ex Ever Ready Sebastián Suárez encontró lo que tanto buscó su equipo para catapultarlo a la pelea, y de paso ganar un clásico, que no es poco.

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