Conesa hizo los deberes y se cortó solo

Ajustado, con los dientes apretados y sobrándole poco. Así le ganó Conesa ayer en su cancha a Ferro. Pero le sirvió, y de mucho, porque esos tres puntos le valieron para quedarse otra vez por encima de todos y volver a encender la ilusión en su gente y en sí mismo, tras dos encuentros consecutivos en los que no había ganado y había puesto en tela de juicio su condición de líder.

Con un gol de Gabriel Salinas a los 20 minutos del segundo tiempo, los conducidos por Osvaldo Villalba lograron una victoria que si bien no fue brillante, vale para la tremenda carrera que se viene dando arriba en el torneo Clausura, en la que ahora los de Tordillo tomaron una luz que puede ser vital a cuatro fechas del final.

Ahora, en esta instancia clave y definitoria, habrá que ver si el triunfo de ayer le servirá a los conesinos para pisar firme, y si puede tener el temple necesario para no caer en su ritmo. El próximo domingo tendrá una prueba de fuego, cuando Independiente de Castelli viaje a Tordillo para darle forma a un duelo muy esperado.

Sarmiento empató e Independiente de Castelli lo alcanzó

En su visita a Deportivo Castelli, Sarmiento sumó solamente un punto, pero por la forma que lo hizo vale mucho. No es que los dirigidos por Irazábal dejaron ir dos unidades, sino que ganaron una. Sarmiento caía 2 a 0 y terminó empatando 2 a 2, por lo que el punto puede traducirse en un paso positivo.

Gustavo Sánchez, de penal, abrió el camino para Deportivo Castelli, que luego aumentaría por intermedio de Lucas Rógora. La cosa se presentaba complicada para el “Calavera”, y el local estaba consiguiendo una victoria de real importancia porque se acercaba a la pelea.

Pero Sarmiento reaccionó, y tal como había hecho la semana anterior cuando había vencido a Independiente también en Castelli, descontó por intermedio de Franco Moltoni, y luego otro tanto del juvenil le alcanzó para la igualdad que fue festejada casi como un triunfo. Al fin y al cabo, no se había perdido y eso era lo importante.

Y mientras Sarmiento se quedaba con un punto en Castelli, en Dolores el Rojo castellense tenía un durísimo choque con su homónimo local, que de acuerdo a la realidad que venía sosteniendo se había transformado en un duro rival, durísimo.

El enfrentamiento de los dos Independiente mostraba la mejor faceta futbolística en los conducidos por Daniel Trigo, mientras que del otro lado lo más notorio pasaba cuando el balón estaba en los pies de Pablo Corti, aunque ello ocurría en cuentagotas.

Fue el Rojo de Dolores el que mostró lo mejor siempre, pero careció de profundidad. Del otro lado, el equipo de Vincenti dependió demasiado de lo que pudiera hacer Corti, que casi no gravitó. Pero el ex Aldosivi hizo una sola, y fue gol: tiro libre a los 5 minutos del primer tiempo, y nada que hacer para Franco Pardo.

A partir de la diferencia, los de la calle Rivadavia intentaron ser más convincentes a la hora de llegar al área rival, pero poco pudieron hacer para resolver un partido que ya había tenido su toque mágico, el gol de Pablo Corti.

Social y otro golpe a la oscura realidad de Ever Ready

Tan sólo 22 minutos necesitó Social para sacarse de encima al pobre Ever Ready, que sigue sumido en una realidad oscura y poco conocida en los último años, pero palpable en este Clausura 2010 en el que ya lleva 8 partidos sin ganar, 7 derrotas consecutivas y 6 sin convertir un gol. Obviamente, sigue último y esperando con ansias que se termine ya este torneo.

Poco se compadeció Social de este presente amargo del blanquinegro, y lejos de ello se aprovechó lo más que pudo del mal pasar de Ever Ready. En menos de 20 minutos ya le ganaba 2 a 0, y un rato después sentenció todo con el tercero. Tres golpes duros, y demasiado pesados como para permitir una rección en un equipo con ganas pero sin apetencias.

A los 8’ y a los 19’, Federico Roncoroni se hizo presente en el marcador, y luego del 2 a 0 Gonzalo Soria colocó el tercero a los 22’. A esa altura, nadie pensaba en una levantada de Ever Ready, que pese a intentarlo jamás puso en riesgo un resultado que ya tenía un vencedor desde el inicio mismo del partido.