Parece que Conesa se está acostumbrando a esto de las hazañas angustiantes. Y a tener cada domingo un héroe diferente que lo ponga en un sitial de privilegio. Hace una semana fueron Ibarra y Saldúa en Castelli, y ayer fue Jorge Alday el que rompió con la monotonía de un partido áspero y complicado con Independiente de Dolores.
El diez y capitán conesino, a los 38 minutos del segundo tiempo, encontró la llave que abrió un resultado que parecía sellado en el 0 a 0, y así le dio otros tres puntos al equipo que conduce Osvaldo Villalba, que con el empate de Ever Ready ante Ferro se vio beneficiado para subirse a un tren imaginario que tiene como destino la gloria final.
Conesa tuvo que trabajar mucho para poder quebrar la resistencia de un Independiente que como siempre, fue a plantar su bandera de equipo duro. La sobriedad y la firmeza de los dirigidos por Daniel Trigo no fueron elementos que le permitieran a los conesinos llevarse por delante a un rival accesible. Todo lo contrario, tuvo que esperar hasta casi el final para cantar victoria.
Se sabe que el papel de “chico malo” le cae muy bien al Rojo, y del otro lado el puntero sufrió en carne propia el planteo ordenado de los de Dolores, que prácticamente renunciaron a atacar en pos de defender la valla de Cepeda, que fue tomando cofianza a medida que fue exigido. No obstante ello, a Conesa le costó crear peligro, porque no tuvo vuelo el fútbol que siempre pretende y que ayer apareció en cuentagotas.
Todo conducía al empate con el marcador en blanco, un resultado que para Independiente era triunfo y casi derrota y amargura para Conesa. Pero a los 38’ Alday recibió un buen pase de Villalba y el diez fue a enfrentar a Cepeda. Tranquilidad en el mano a mano, amague y estupenda definición para el 1 a 0 sufrido y tres puntos en el bolsillo, que con las noticias que llegaban desde Dolores con el empate de Ever Ready, se transformó en triunfo clave para escaparse y tomarse todo con mucha más tranquilidad.
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