Un empate que le cayó mejor a
Sarmiento, porque el punto conseguido lo dejó prácticamente clasificado, y
complicado a Conesa, que con la victoria de Deportivo Castelli vio como el
tricampeón del fútbol dolorense lo alcanzó en la tabla y lo dejó a la espera,
con mucha angustia y un panorama al menos inquietante.
Estuvo para cualquiera,
porque en el medio de un juego demasiado friccionado ambos tuvieron sus claras
chances. Durante el primer tiempo, Sarmiento fue más claro con la manija de
Jonathan Equisito, y casi sobre el final Diego Herrera convierte en tras una
corrida a pura potencia donde le ganó a la confusión de Rodríguez y José Roch,
pero su remate dio en la parte exterior de la red.
Conesa pareció reaccionar en
el inicio del segundo tiempo, cuando Salinas pareció despertar de su letargo. A
los 5’ el delantero
ganó de cabeza y el balón se fue cerca. Cuando parecía que el local sumaba
juego y convicción, Sarmiento respondió con un centro cerrado de López que dio
en el travesaño ante el sorprendido Saldúa, y enseguida otra vez Salinas dio
muestras de su momento a los 17’ ,
con un remate fulminante que permitió el lucimiento de Ludueña para enviar el
balón al tiro de esquina.
El partido por momentos, y
como casi siempre ocurre en Conesa, se fue poniendo picante, adentro y también
afuera. Un claro penal de José Roch a Herrera no cobrado por el árbitro Marino,
calentó más las cosas, y el local se perdió su mejor y más clara oportunidad a
los 23’
cuando Juan Roch le sirvió el gol a Alcides Martínez y éste increíblemente lo
perdió frente al arco desguarnecido cuando sólo tenía que empujarla.
Cualquiera podía ganarlo y
habían tenido sus oportunidades, pero el gol no llegó, pero si llegaron las
agresiones inentendibles, pero bien sancionadas por el árbitro Marino. José
Roch primero le pegó desde atrás a Muñoz y vio la roja, y enseguida fue a
agredirlo. En el tumulto, Melín le tiró un manotazo al expulsado y el recién
ingresado Alan Nogueira hizo lo propio con Ludueña, que andaba tratando de
separar. Ambos también se fueron a los vestuarios.
Las aguas se calmaron y en
los últimos Sarmiento quiso aprovechar el nerviosismo del local, que
entendiendo que el empate le servía de poco, se adelantó buscando algo que no
llegaría, y que casi termina pagándolo caro en el último instante, cuando Diego
Herrera eliminó a Saldúa en un mano a mano, y la definición del delantero se
fue apenas afuera.
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