CON EL ALMA

Cuando manda el carácter y el fútbol queda casi a un costado, la imagen suele ser diferente, pero reconfortante a la vez. Ayer Ever Ready fue una mezcla perfecta de esos condimentos que agrandan el corazón del hincha, y que en el segundo tiempo estuvo a punto de estallar con una victoria de esas heroicas que pocas se dan, pero que anduvo cerca.

Es cierto que hubiera sido un desatino que Ever Ready ganara, porque lejos estuvo de ser mejor a lo largo del encuentro. Sarmiento había hecho un primer tiempo casi perfecto, y salió casi desde el vestuario ganando porque a los 10’ el cordobés Roelofs le puso una pelota estupenda a Najurieta, que desde el borde del área y desairando a Vallejo y Barberena, fusiló a Tejeda en la única que no pudo tapar en toda la tarde.

La tranquilidad que le dio toparse con la ventaja tempranamente, le dio al conjunto ayacuchense el aire necesario para desplegar su fútbol. Tuvo la pelota, encontró los espacios y manejó el partido ante un Ever Ready que se veía permanentemente superado en la mitad de la cancha y sufría con cada embate, pero Tejeda supo responder siempre con solvencia.

Con el andar incansable de Ledesma, la pausa cansina de Insaurralde, el apoyo de Toledo y la generosidad de Roelofs, Sarmiento parecía ser demasiado para un Ever Ready al que le costó encontrar el ritmo, pero que de a poco supo acomodarse cuando empezó a darse cuenta que el rival levantaba el pie del acelerador, quizás pensándose vencedor sin sumar más goles.

Fue una cosa el primer tiempo, y otra totalmente distinta el complemento. Al minuto, Ever Ready puso en alerta al rojinegro visitante con una corrida fabulosa de Federico Lanfranchi por derecha que terminó con un disparo suyo, el rebote del arquero Correa y llegadas de Córdoba y Gestido que no pudieron concretar.

Se envalentonó el local con esa posibilidad, y fue dándose cuenta que por derecha Barragán daba ventajas, y volcó por allí todos sus avances. A los 9’, otra vez Lanfranchi escapó por allí y puso un centro perfecto que encontró al chiquitín Cordoba ganando entre los gigantes centrales, el 10 metió un frentazo violento que se fue apenas arriba. Era el mejor momento del local, pero tuvo la suya Sarmiento, y el gigante Tejeda le tapó el gol a Roelofs en lo que fue a única clara de los ayacuchenses en esa etapa.

El coraje fue haciéndose amigo de Ever Ready, que se le animó sin ponerse colorado a un Sarmiento que se desdibujó paulatinamente mientras el local seguía llegando con peligro. A los 12’ lo perdió Bazterrica de cabeza, y a los 22’ Córdoab metió una volea infernal que se fue apenas por arriba del horizontal, coronando una corrida por derecha –otra vez- del debutante Leonardo Barberena.

Machacó tanto Ever Ready, y emocionó con su entrega, hasta que a los 29’ pudo empatarlo con una receta que no parecía la más conveniente. Tiro libre frontal de Vallejo desde la mitad de la cancha, los gigantes defensores que se durmieron y un mar de piernas blanquinegras que quedó frente a Correa, ganando por insistencia la derecha de Raúl Gestido, que pudo empujarla para el 1 a 1.

El empate encajaba bien con el partido por la enorme levantada de Ever Ready, que no sabía allí si defender lo conseguido o ir por la victoria. Desde el banco la idea fue ir por el triunfo, porque Salim entró por Lanfranchi, pero Sarmiento tampoco quiso arriesgar demasiado y se tiró atrás pensando en la revancha, sufriendo a los 36’ con un remate de Moltoni que besó el ángulo derecho del arco de Correa.

Cuando nada quedaba, una inentendible decisión del árbitro Quijano, en el único fallo discutible que tuvo, le cortó un avance al regresado Franco Carlomagno que encaraba por derecha en soledad, pero el juez paró todo retrotrayendo la acción 60 metros atrás por una protesta de Najurieta. Pudo haber sido el nacimiento de la jugada de gol, pero el árbitro así no lo quiso.

La tranquilidad del deber cumplido por fútbol y carácter, fue la sensación que mandó en un Ever Ready que pasó de dominado a casi dominador, y que viajará a Ayacucho sabiendo que tiene armas para pelearle de igual a igual a un gran rival, que ya sabe que enfrente tendrá a  un equipo que jugando como en el segundo tiempo será muy difícil de doblegar.