Esta vez no brilló, pero los goles le dieron a Independiente de Castelli una fácil victoria ante el débil Ferro, que colaboró para rubricar el 5 a 1 final con el que se fue uno de los líderes del Apertura, que extendió su magnífica serie a la suma de cinco jugados y cinco ganados, que le calzan el honorífico título de “candidato de fierro” a quedarse con el torneo.
Sin el lesionado Corti (está en duda para el clásico), el equipo de Bidart no fue tan vertical como otras veces, y en la primera parte se evidenció que le costaba llegar a pesar de ser superior a un Ferro que se le animó varias veces aunque era menos. Y es que el trámite malo beneficiaba al conjunto de Dolores, que de todas maneras se fue al descanso 1-0 abajo tras un polémico gol de Garófalo.
Ese tanto, la posterior expulsión de Raggio por detener el balón con la mano y el penal que ejecutó Alfredo Cámara y que fue el 2 a 0, abrieron el camino a la goleada. Pero antes hubo un toque de atención por un lapso en el que Ferro arremetió contra la valla de Mansilla y en el que llegó a ponerse a tiro con un cabezazo de Vitarella.
Fue un espejismo, porque enseguida Independiente se calzó los guantes y como un boxeador herido salió a contragolpear. Aumentó Vivas y Amara lo desperdició, como también Silva lo perdió dos veces. Señales inequívocas de las muchas brechas que se le abrían al Rojo, que a los 35’ y 39’ bajó la persiana por fin con dos goles de Amara.
Cerraba así Independiente con un 5 a 1 que en las cifras no deja dudas, pero que tuvo un primer tiempo con oscilaciones, calzándose el traje de candidato en un segundo tiempo a todo gol en el que se lució en la red como un verdadero líder.
Sin el lesionado Corti (está en duda para el clásico), el equipo de Bidart no fue tan vertical como otras veces, y en la primera parte se evidenció que le costaba llegar a pesar de ser superior a un Ferro que se le animó varias veces aunque era menos. Y es que el trámite malo beneficiaba al conjunto de Dolores, que de todas maneras se fue al descanso 1-0 abajo tras un polémico gol de Garófalo.
Ese tanto, la posterior expulsión de Raggio por detener el balón con la mano y el penal que ejecutó Alfredo Cámara y que fue el 2 a 0, abrieron el camino a la goleada. Pero antes hubo un toque de atención por un lapso en el que Ferro arremetió contra la valla de Mansilla y en el que llegó a ponerse a tiro con un cabezazo de Vitarella.
Fue un espejismo, porque enseguida Independiente se calzó los guantes y como un boxeador herido salió a contragolpear. Aumentó Vivas y Amara lo desperdició, como también Silva lo perdió dos veces. Señales inequívocas de las muchas brechas que se le abrían al Rojo, que a los 35’ y 39’ bajó la persiana por fin con dos goles de Amara.
Cerraba así Independiente con un 5 a 1 que en las cifras no deja dudas, pero que tuvo un primer tiempo con oscilaciones, calzándose el traje de candidato en un segundo tiempo a todo gol en el que se lució en la red como un verdadero líder.
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