lunes, 25 de mayo de 2009

Sarmiento no retrocede nunca

No tiene ni da respiro Sarmiento. Tras la caída ante Independiente de Castelli que le valió el invicto, rápidamente se recuperó y se puso en marcha otra vez. Fue en un partido de los que valen, porque abofeteó a un Social parco y lo despidió del torneo, dejándolo a la deriva y sin excusas.
La victoria del “Calavera” fue construida de principio a fin, con un trabajo fino y de orfebrería del mejor fútbol. Luchó, se lució y no dejó que el rival siquiera asomara la cabeza. En apenas diez minutos de juego ya le ganaba 2 a 0 y despertaba en Social una desazón que no tenía explicación.
La divergencia perfecta que refleja las diferencias: Sarmiento sabe jugar estos partidos y Social definitivamente no, y por eso siempre se queda afuera antes de tiempo. Actitud, temple y jerarquía jugaron siempre a favor de los de Irazábal, que pegaron de movida y dejaron de rodillas a un rival que nunca reaccionó.
El trajinar de Martín Geber, que metió el centro perfecto para la palomita del exquisito Jorge Equisito a los dos minutos; la pegada y la prestancia de Franco Gelmini, que clavó un tiro libre con su sello a los 10’; la presencia siempre segura de los hermanos Ludueña…y de Elizalde, y de Melín. De todos, bah. Fue demasiado.
Social del otro lado dependió siempre de lo que pudiera hacer Alday, que apareció poco, o de las corridas de Alvarez, que jugó muy solo. No alcanzó con la combatividad de Miguel Capdeville, y todo porque Sarmiento había pegado dos veces de movida y desde ese escenario todo se hizo cuesta arriba para los de Yori.
Con la ventaja a cuestas, Sarmiento supo administrar el desarrollo del juego y no dejó que algún sobresalto lo sorprendiera. Manejó la pelota con el criterio de siempre y jugó con la desesperación de un Social errático y con poca voluntad, que encima se quedó con diez por la expulsión de Speroni.
Sobre el final y cuando Sarmiento se había quedado con nueve por las inconcebibles expulsiones de García (recibió dos amarillas en tres minutos, la segunda por portar una cadenita en su cuello) y de Melín, que llegó a destiempo en un cruce, Social pudo descontar con Morcella. Pero Sarmiento no perdió el tiempo, y en una contra sentenció con una corrida de Equisito.
Victoria fundamental para seguir creyendo y peleando, y para reivindicar que aquella caída en Castelli fue sólo un accidente. Se viene el embalaje final y el “Calavera” en el horizonte tiene en mente el clásico de la próxima fecha, donde espera que Deportivo le de una mano.

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