Parece que nada hubiera cambiado. Pasan torneos y rivales,
pero una vez más Ever Ready e Independiente, de Castelli, mostraron el camino,
y volvieron a meterse en las finales por tercer certamen consecutivo. Entonces,
cuando esos hechos se suceden no hay mucho que agregar, y máxime si cuando hay
que definir lo hacen con contundencia y el temple necesario para no pasar
ningún tipo de apremio.
Lo de Ever Ready era más “fácil”, si se quiere. El 3-1
de la ida ante Social ya lo posicionaba con un favoritismo inocultable, que
encima lleva el respaldo de sentirse y saberse el mejor. Y ayer se encargó de
corroborarlo, con un tranquilo 2-0 que le dio al global un lapidario 5-1 y el
pase a la sexta final al hilo. Impresionante.
Independiente la tenía bien difícil, porque había
caído en casa 1-0 con Sarmiento. Como manda la historia de un duelo
particularmente atípico, el Rojo ganó –y con claridad- en el “Ricardo Morello”,
allí donde al albo se le hace difícil todo, pero muy cuesta arriba con el
elenco de Castelli, que se iluminó con los goles de Sergio Poveda en el primer
tiempo y las atajadas de Leonardo Cordero en el complemento para cerrar con un
4-0 que lo puso en la definición.
Otra vez los mismos protagonistas. Otra vez Ever Ready
e Independiente, de Castelli. Los dos que ayer sacaron a relucir su temple para
los partidos chivos. Porque para ser finalista hay que saber jugar estos
partidos, que se ganan no sólo con goles, sino también con convicción y
actitud. Por eso es la misma historia de siempre, la que vienen repitiendo
estos dos rivales que se verán la cara en la definición por tercera vez
seguida.
Con la chapa y algo más
“Ever Ready le gana con la chapa”, se escuchó. Puede
ser algo de eso. Hay diferencia, es cierto. Y se nota. Al equipo de Irazábal le
quedaban 90 minutos para terminar la obra que había comenzado una semana atrás
con un 3-1 que marcaba una tendencia indeclinable. Lo supo desde el minuto cero
ayer, pero también lo supo Social, que pese a un arranque prometedor fue devorado
por ese gigante que se lo devoró del otro lado.
Chapa, convicción y actitud. A todo eso Ever Ready le
agrega fútbol con el manejo de Alday, la transición de Delgado, la gambeta imparable
de Silva, las ganas de Salinas y la efectividad de Gelmini. Y más, porque atrás
se defiende correctamente y tiene en Tejeda a un arquero que es poco exigido,
pero responde.
Cuando funciona así es imbatible, y hace desesperar al
rival de turno. Ayer a Social le pasó, porque llegó primero y no supo pegar. Y
después entró en la guerra de nervios, perdiendo a su máxima figura,
correctamente expulsado por un exabrupto. Pese a su gran experiencia, el “Chino”
Roncoroni vio dos amarillas en poco tiempo y se fue. Y al rato lo siguió Coria,
que evitó con la mano un gol de Salinas, que encima marcó Gelmini al filo del
primer tiempo.
El parcial 1-0 y el global 4-1, ya no daba lugar a
casi ningún sueño de Social. El segundo tiempo sobró, porque con dos hombres demás
y la pelota en su poder, Ever Ready transitó livianamente y puso el segundo a
los 21’ otra vez con Gelmini. A esa altura ya pensaba más en la final que en el
propio Social, que apostó a cerrarse y caer con hidalguía ante un rival que
demostró ser superior.
Independiente, en un tiempo
Goles enfrente, y tapadas fundamentales para ganar de
visitante y estar otra vez en la final. Independiente de Castelli es también
insaciable, y para revertir el 0-1 de la ida ayer goleó a Sarmiento en su
cancha con un infalible Sergio Poveda, que volvió a gritar después de seis partidos,
y con tres tantos fue vital en el 4-0 con el que despachó al “Calavera”.
Un solo tiempo le bastó al conjunto castellense para
sentirse finalista por tercera vez consecutiva. En medio período supo torcer el
rumbo de algo que había nacido mal en Castelli. La precisión en velocidad de Barrios
hizo eco en la cabeza de Poveda a los 18’ para abrir el camino. Siete minutos
después se repitió la fórmula, aunque esta vez “Queco” definió de derecha. Vía
abierta para Independiente, y confusión en todo Sarmiento, que no hallaba el
camino.
Nada detuvo al Rojo, que siguió con ambición hasta el
final del primer período, y sobre el cierre apareció Barrios para el 3 a 0.
Independiente ya empezaba a soñar y Sarmiento no salía de su incredulidad,
porque nada le salía a favor y veía como el rival se escapaba en el marcador.
En el segundo tiempo el “Calavera” reaccionó con el
fútbol de Madrid Herrera y la recíproca sintonía con Elizalde, que empujó
arriba al equipo. Empezó a llegar con claridad, pero tuvo en Leonardo Cordero a
una valla inexpugnable: la tarea del arquero del Rojo fue estupenda cada vez
que fue llamado a intervenir, y también fue pilar de la victoria.
Obstinado en atacar, Sarmiento terminó pagando con
otro gol todas sus ganas. Penal para Independiente y tercero en la cuenta
personal de Poveda, para hacer soñar al elenco del “Topo” Lucero con reverdecer
los laureles de la corona, esa que todavía ostenta y sabe lucir como campeón.
SINTESIS
SARMIENTO: José Luis Ludueña; Marcelo Gutiérrez, Leandro
Gutiérrez (Federico Madrid Herrera), Joaquín Penoni (Javier Ferreyra), Juan
Pablo Suárez; Gonzalo Simón, Gustavo Gutiérrez, Leandro Elizalde; Iván Baló;
Leandro Suárez (Luciano Casas) y Sebastián Mitta. DT: Fernando Yori.
Suplentes: José Contrera, Marcelo Equisito, Franco
Fraga y Franciso Díaz.
INDEPENDIENTE
(Castelli): Leonardo Cordero; Santiago
Pascua, Tomás Vandevalle, Sebastián Insua (Diego Rollié), Facundo Polo; Carlos
Ayala, Germán Spinelli, Alfredo Cámara (Matías Rojas), Maximiliano Gorgerino
(Tomás Eulloque); Gabriel Barrios y Sebastián Poveda. DT: Carlos Lucero.
Suplentes: Juan Eyherabide, Javier Gigena, Federico
Celasco e Ignacio Guerra.
ARBITRO: Diego Tadiello.
GOLES: 18’
PT, 25’ PT
y 42’ ST,
Poveda (I), el último de penal; 46’
PT, Barrios (I).
AMONESTADOS: Penoni, Gustavo Gutiérrez, Vandevalle, Spinelli y
Ayala.
INCIDENCIA: 41’
ST, expulsado Simón, por doble amonestación.