lunes, 16 de diciembre de 2013

Ever Ready - Independiente: serie abierta

Poco y nada, aunque en el balance Ever Ready anduvo más cerca, pero nada más. El equipo de Irazábal merodeó siempre el área de Independiente, pero Andrés Marti tuvo una tarde estupenda y Gabriel Salinas no estuvo fino a la hora de definir. En el desarrollo, Independiente empezó y terminó mejor, con otra imagen.
Es cierto que el 0 a 0 con el que se despidieron ayer dejó la serie abierta, pero también que es un plus que Ever Ready puede meritar, porque únicamente perdiendo no será protagonista de la final. Independiente quedó obligado a ganar, pero demostró que puede hacerlo. Ayer mismo tuvo sus chancees, pero no supo capitalizarlas.
Una mano de Jonathan Márquez en un intento de despeje ni bien arrancó el juego, y un tanto anulado a Sebastián Suárez, levantaron polémica en la actuación del árbitro Miguel Montoya, pero no hubo méritos suficientes de ninguno de los dos para llevarse los tres puntos.

Sólo algunas manifestaciones individuales que dejaron las acciones colectivas de lado, dejaron a la vista que aún queda mucha tela por cortar, porque son dos equipos que pueden y tienen con qué. Los próximos 90 minutos serán decisivos, y allí el más obligado será Independiente ante un Ever Ready que tendrá que pensar que el par de resultados favorables pueden ser un arma de doble filo. 

Social sigue mostrando el camino


No hay calor ni rival que pueda con Social. Al menos eso parece por ahora. Ayer el vencedor de la fase clasificatoria se sacó de encima el primer chico con Sarmiento, que pareció acorralarlo de entrada, pero que sufrió con la efectividad del equipo de la calle Mitre, y de las certeras apariciones del temible Federico Roncoroni.
El “Chino” fue otra vez vital, y mortal. Apareció cuando su equipo más lo necesitaba, e hirió de muerte a un Sarmiento que deberá repuntar no sólo un resultado adverso sino también toda una maquinaria futbolística que ayer anduvo de a ratos, pero que no alcanzó.
Sarmiento intentó ser feroz, Social lo esperó y en una de las primeras que tuvo lastimó. La última línea “Calavera” titubeó y Silva encendió su genio para habilitar a Roncoroni, que definió como el sabe. Apenas un cuarto de hora y los de Auciello en ganancia.
La emotividad se hizo presente enseguida, porque Diego Herrera logró el empate transitorio dos minutos después, haciendo nacer un partido que prometía acción. Pero entre el calor y los cuidados todo se fue desfigurando.
Con una receta más atractiva, Sarmiento quería llevarse por delante a un Social firme en defensa, y que tuvo en Roncoroni a su emblema para ir sumando felicidad, porque a los 9’ del complemento otra vez el “Chino” pondría toda su sapiencia y la viveza clásica de un goleador nato para estampar el 2 a 1 con un cabezazo encendido de buena dirección.
Fue Sarmiento y no pudo. Córdoba intentó, Herrera gravitó, pero ninguno le acertó al arco, y cuando lo hicieron respondió Bernardo Cerdá –que reemplazó al suspendido Calabrese- con confianza. Hubo méritos y ganas, pero los goles los hizo Social, que ya empieza a mirar de reojo la chance grande de meterse otra vez en una final.