Poco
y nada, aunque en el balance Ever Ready anduvo más cerca, pero nada más. El equipo
de Irazábal merodeó siempre el área de Independiente, pero Andrés Marti tuvo
una tarde estupenda y Gabriel Salinas no estuvo fino a la hora de definir. En
el desarrollo, Independiente empezó y terminó mejor, con otra imagen.
Es
cierto que el 0 a
0 con el que se despidieron ayer dejó la serie abierta, pero también que es un
plus que Ever Ready puede meritar, porque únicamente perdiendo no será
protagonista de la final. Independiente quedó obligado a ganar, pero demostró
que puede hacerlo. Ayer mismo tuvo sus chancees, pero no supo capitalizarlas.
Una
mano de Jonathan Márquez en un intento de despeje ni bien arrancó el juego, y
un tanto anulado a Sebastián Suárez, levantaron polémica en la actuación del
árbitro Miguel Montoya, pero no hubo méritos suficientes de ninguno de los dos para
llevarse los tres puntos.
Sólo
algunas manifestaciones individuales que dejaron las acciones colectivas de
lado, dejaron a la vista que aún queda mucha tela por cortar, porque son dos
equipos que pueden y tienen con qué. Los próximos 90 minutos serán decisivos, y
allí el más obligado será Independiente ante un Ever Ready que tendrá que
pensar que el par de resultados favorables pueden ser un arma de doble filo.