martes, 24 de diciembre de 2013

La final Social - Ever Ready: al fin de cuentas, están los mejores

Dicen que los números hablan por sí solos, y si hay que tenerlos en cuenta para determinar por qué Social y Ever Ready llegaron a la final, la ecuación es más que clara: fueron los mejores, y no sólo en este torneo “Delfor Del Valle”, sino que a lo largo de la temporada ratificaron con creces lo hecho, porque también definieron el primer certamen de 2013.
En aquel lejano torneo de una sola rueda que comenzó el 14 de abril y culminó el 30 de junio, Ever Ready se consagró campeón invicto con 9 victorias y 2 empates en 11 partidos, que incluyó la semi con victoria sobre Independiente de Castelli y la posterior final –la primera de la historia con su archirrival- por 4 a 2, cuando tenía ventaja deportiva que le otorgaba la chance de consagrarse con el empate.
Ahora la ventaja corre para Social, porque fue el primero de la tabla con 38 unidades, sacándole 5 de diferencia a su perseguidor, que fue precisamente el rival de turno. Los números avalan lo hecho por el equipo de Daniel Auciello Jr. En 20 partidos, el conjunto de la calle Mitre obtuvo 13 triunfos, 2 empates y 5 derrotas.
Si hacemos un comparativo anual de lo efectuado por ambos en las etapas regulares, vemos que Social sumó 59 puntos en los 27 partidos que jugó, con una ventaja de 3 puntos sobre Ever Ready. En esa cantidad de cotejos ambos hicieron la misma cantidad de goles (51), pero en el debe, la valla de los celestes sufrió 31 conquistas contra los 24 del blanquinegro. En ese ítem, el ganador fue Sarmiento, que vio caer su arco en 23 oportunidades.
Pero hay más, porque podemos adosar que Social fue el equipo que más partidos ganó en el año, con 19 triunfos, contra los 16 de Ever Ready. Ellos fueron los dos elencos que más veces se retiraron victoriosos. Además, Social fue el que menos empató (2 veces) y Ever Ready el que menos perdió (3).
Frías estadísticas que pueden servir o no, porque en el fútbol todo puede pasar, y máxime cuando hay dos equipos tan parejos, que este año tuvieron dos victorias cada uno en los cuatro cotejos que jugaron: fue 2-0 y 4-2 para Ever Ready en el primer certamen del año y 5-2 y 3-2 para Social, en el torneo que los tendrá como protagonistas de una final que seguramente volverá a poner en vilo al pueblo futbolero que ya se relame por ver otra vez frente a frente a los mejores de 2013.

Diego Bavera
Franco Gelmini (25) y Gabriel Salinas (16) marcaron 41 de los
51 goles que hizo Ever Ready hasta ahora.



Abrazo de gol. El “Chino” Roncoroni va a saludar a su DT.
El delantero de Social lleva 20 gritos en el año.

lunes, 23 de diciembre de 2013

EVER READY CON AUTORIDAD; SOCIAL CON ANGUSTIA

Otra vez estarán cara a cara, como pasó por primera vez en la historia allá a fines de junio de esta misma temporada. Con justicia y templanza pasó Ever Ready. Con el corazón en la boca y exasperado, Social llegó adónde quería. Nuevamente el primero y el segundo (pero ahora al revés) protagonizarán la definición del torneo “Delfor Del Valle”, en dos finales que prometen ser atrapantes, primero el domingo 28 de diciembre y luego el 5 de enero de 2014.
Mucha autoridad tuvo Ever Ready para sacarse de encima a Independiente, que nunca pudo hacer pie y ni siquiera molestó al bicampeón, que va a la caza del tri. Jugando mal y sufriendo demasiado, Social puso pie firme en la definición recién cuando Landín dio el pitazo final. Antes Sarmiento lo tuvo contra las cuerdas.
Allá vamos entonces rumbo a un cierre (y a una apertura) de año repleta de emociones, y con el folclore del fútbol brotando por los poros de los hinchas, juntándose con el brindis, el calor, las vacaciones y todo. Una locura, pero allá vamos. A esta altura ya importa el día ni la hora, aunque se aventura que se programen en horario nocturno.
Fácil para Ever Ready
Nada que ver. Cambió todos los planes Ever Ready, y fue enormemente superior a un Independiente timorato, demasiado atado y que terminó muy lejos de sus aspiraciones, que si bien eran menores, terminaron sucumbiendo ante el poderío de un equipo que demostró estar más entero que nunca, y con sus ambiciones intactas.
En una tarde agobiante, el blanquinegro hizo todo bien, como se debe en esta clase de partidos. Le mostró la chapa y le tiró la jerarquía encima a un rival pobre, que no tuvo un rendimiento acorde a las grandes exigencias de esta clase de partidos, a la que Ever Ready está más acostumbrado.
Si bien es cierto que el Rojo tuvo sus chances claras, también lo es que hay que pegar y jugar, entrar y salir, como lo hizo Ever Ready. De movida lo tuvo Independiente, pero Echandía lo perdió a los 15’. Avisó Salinas a los 23’ pero Marti respondió bien. Y un rato después el arquero hizo lo que pudo, pero su esfuerzo no pudo evitar la caída ante otra aparición del 9 ante un preciso pase de Jonathan Márquez, que a de poco se fue comiendo la mitad de la cancha.
Desde ese gol Ever Ready fue haciéndose gigante y acentuando las diferencias. Tranquilidad, prolijidad y sapiencia para elaborar de a poco el triunfo. Del otro lado, todo confusión y correr para nada. Hasta que a los 42’ Gelmini frotó la lámpara y decidió mandarse una de las suyas, corriendo con la pelota dominada de izquierda a derecha ante la atenta mirada de por lo menos cuatro rivales y durante 50 metros, llegando a definir cruzado y exquisitamente contra el palo derecho de Marti. Golazo para el 2 a 0 y empezando a dibujar el camino a la final.
Independiente estaba abatido, pero pudo así y todo mostrar que lo mantenían vivo sus últimos estertores, pero Tejeda le ahogó el gol a Carlomagno sobre el cierre de la etapa, y la mala puntería de Alvarez le jugó en contra en el arranque del complemento, con un cabezazo que se fue apenas alto.
Ever Ready hizo su partido y metió a Independiente en su juego, y cuando eso pasa es difícil pasar al blanquinegro. Y si cuando se lo propone hace un gol, mucho menos. Iban 14’ cuando Gelmini se fue por la derecha solo, habilitó a Díaz y éste con un centro perfecto a Salinas, que de volea colocó el 3 a 0 y sepultó la ilusión de Independiente, que fue y chocó con los palos al final, pero que supo que todo estaba ya sepultado.
Chapa y jerarquía, fútbol y goles en el momento más necesario. Recetas de un Ever Ready que ya se metió en la final con muchos argumentos, que lo convierten por ello en gran candidato para volver a instalarse en la cima.
Social, con el corazón en la boca
Penó demasiado y a punto estuvo de tirar por la borda todo lo bueno que había hecho. Social se hizo muy amigo del sufrimiento y Sarmiento estuvo a tiro de hacer la heroica, pero su escasa decisión y la formidable determinación del arquero Jorge Calabrese, hicieron que el mejor de la etapa regular pasara sólo por eso. Eso fue al menos lo que quedó en esta serie, aunque si de justicia hablamos no está mal que Social sea finalista.
Sólo en los últimos minutos Sarmiento se dio cuenta que debía ganar. Es cierto que debía hacerlo por dos goles de diferencia para meterse en la final, pero ni siquiera arrimó al primero hasta que reloj ya había transitado demasiado.
El primer tiempo fue malo y parejo, y estuvo muy picado y hablado desde el vamos. Una supuesta mano de Cairoli –con el árbitro Landín bien ubicado- fue reclamada por Sarmiento, y un artero golpe en el piso de Paz a Federico Roncoroni, y un puñetazo de Marcelo Gutiérrez a González desde atrás debió dejar al “Calavera” con hombres menos. Pero nada de eso pasó.
Por suerte mandó el fútbol y primó la cordura. Entonces ahí Sarmiento fue insistidor, pero no mejor, con el reaparecido Cristian Ramallo siendo emblema de un equipo obligado, pero sin la pólvora necesaria como para transformarse en finalista.
Lo mejor del albo estuvo en el complemento. Allí arrancó bien con un remate de Marcelo Gutiérrez que salvó Calabrese, y a los 12’ otra llegada del volante fue increíblemente desperdiciada de tan fácil que parecía. Sarmiento parecía decidido pero sin fútbol, sobrándole ganas ante un Social demasiado pasivo y a la defensiva, que apostó a pasar pensando en la ventaja y no en la realidad de un partido en el que se veía superado.
Empujado por las ganas, Sarmiento tenía encerrado a Social y a los 19’ se salvó de milagro y con Calabrese haciéndose gigante en dos pelotas paradas, hasta que a los 30’ Herrera llegó con peligro y la pelota se fue al tiro de esquina, desde donde vino el centro a la cabeza de Elizalde, que puso el 1 a 0.
Quedó ahí nomás Sarmiento de dar el golpe, pero careció de lucidez y cuando lo tuvo en la última puntada Calabrese agigantó su estampa para taparle el gol a Ramallo. Ahí fue cuando recién Social se dio cuenta que estaba en la final, un lugar que merece por lo que hizo antes, pero no por la pobre imagen de ayer.