lunes, 22 de julio de 2013
El eficaz Social se aprovechó de la peor versión de Ever Ready
Y un
día pasó, y pasó lo peor para Ever Ready. Todo se conjugó en contra para que el
invicto acabara, y de muy mala manera. Justo enfrente estaba Social, que venía
con la sangre en el ojo de la final perdida recientemente. Y se lo hizo saber,
mojándole la oreja y llenándolo de goles para un 5 a 2 inolvidable, que fue un
cachetazo indócil al monarca que salió a la cancha con aires altaneros.
Como
si el frío de la tarde hubiera conspirado contra el fútbol, Ever Ready hizo
todo lo posible para que Social encontrara el camino del triunfo holgado y
lascerante hasta las entrañas de un equipo que pareció entrar a jugar con el
pie demasiado flojo en el acelerador.
Sin
Auciello junior en el banco, esta vez Social se paró distinto con la conducción
de papá Daniel. Cambió la táctica, y cambiaron nombres, y con la retina y la
memoria fresca todavía en la final, la cosa fue más pareja. En el primer tiempo
se repartieron todo, y recién sobre el cierre aparecieron las emociones que
tallaron definitivamente la escultura final del triunfazo de Social.
Nicolás
Conti empezó a gravitar cuando le dieron un metro de ventaja. El “Mago” tuvo la
suya a los 38’
y cuando estaba para definir fue obstruido por Suárez, pero Quijano no dio el
claro penal. Fue la advertencia que se encendió en la defensa blanquinegra, que
luego jamás se percató de lo que vendría.
Pero
Ever Ready respondió con una llegada clara de Márquez por derecha, que con un remate
cruzado reventó el palo derecho del arco defendido ayer por Alvaro Monzani, que
regresó a la valla después de muchísimo tiempo. Y enseguida Social siguió
desnudando las falencias de su rival atrás, cuando Roncoroni encontró mal parada
a la última línea y por izquierda entró con un remate franco que Tejeda
devolvió a medias, y en el rebote Conti la empalmó como los dioses para meter
el 1 a 0,
y el inicio de una contundente seguidilla de gritos.
El
final de la etapa marcaba una especie de alivio en el campeón, que había
recibido flor de golpe en el cierre. El balance arrojaba que el campeón perdía,
que había sido superado en el medio, y que atrás empezaba a mostrar grietas
graves, y evidentes.
Y
como un castillo de arena que es arrasado por el agua, en unos instantes no
tuvo ni tiempo a respirar. En menos de un minuto del complemento, el “Chino”
Roncoroni y toda su polenta se encargaron de colocar el 2 a 0, ganándole con asombrosa
facilidad a Díaz y vulnerando a Tejeda con un bombazo de su factoría.
Ever
Ready siguió penando y pagando caro su falta de atención, su desconcentración
para tomar las marcas desde la mitad y de la gambeta del enchufadísimo Santiago
Silva, que en la final había sido suplante. Como un boxeador que salió a tirar
y pegar, Social llegó al tercero a los 6’ con otro de Conti y al cuarto a los 13’ , con uno de Leandro
González. Y en el medio, a Díaz se le salió la cadena y dejó a su equipo con
diez porque no se bancó alguna demás que tiró Social, recordándole al blanquinegro
que había hecho lo mismo en la final.
Pareció
revivir el conjunto de la calle San Martín con el descuento de Speroni a los 27’ y el consecuente gol de
Gelmini a los 29’ .
Pero no hubo lugar para el milagro. Social se había guardado además una joya
para cerrar al función. Pisada genial de Silva y autopase para después ceder a
Roncoroni para el 5 a
2 final que desató la locura de un lado y la desazón incrédula del otro, en un
partido que quedará en la memoria de los celestes.
Sarmiento pegó, administró y ganó
Con
poco, pero con efectividad. Con esa simple pero eficaz receta, Sarmiento ganó y
se sacó de encima a un Independiente que nunca estuvo lejos en el partido,
aunque estuvo torcido para el arco porque Carlomagno y Alvarez no la embocaron.
No hay que buscarle tantas respuestas a la caída del Rojo: no jugó del todo
mal, y perdió porque sus delanteros fallaron y porque Iván Acuña tuvo una tarde
inspirada.
El
tremendo frío de la tarde dominical reinó durante toda la jornada, pero hizo hincapié
en el primer tiempo del cotejo. Pocas emociones, paridad y pura lucha mandaron
en el juego, y la batalla en el medio quedó en poder del “Calavera” con la
presencia de los guerreros Villalba y Elizalde.
Pero
más allá de que ninguno podía lastimarse, fue Independiente el que merodeó más
cerca del arco contrario. A los 22’
Morales le metió un pelotazo bárbaro a Carlomagno, que picó por derecha y solo
definió con un toque al segundo palo, pero el balón se fue apenas desviado.
Parecía el despertar de las emociones, que siguieron enseguida, porque a los 26’ Carlomagno tuvo otra chance
ante una falla de Ludueña, y cuando estaba mano a mano con el arquero, fue
cruzado por Melín, en una acción donde varios reclamaron penal.
Sarmiento
no parecía incómodo en su rol, porque jugaba un papel que no hace mal: el de
contragolpeador. Wirsch y Herrera con su empuje, chocaron insistentemente
porque no tenían una llegada limpia, porque Juan Cruz Córdoba no entraba
tampoco en sintonía con el juego, y porque la sorpresa no hacía su arribo.
Pero
un cambio rompió la tranquilidad. Patricio Márquez ingresó por Paz y en la
primera que tocó encontró el gol. Apenas un minuto de juego en el complemento
para poner a Sarmiento en ganancia, quizás injustamente, pero goles son amores
y el que los hace los disfruta, y debe defenderlos. Y Sarmiento lo hizo con
armas bien predispuestas.
Con
Carlomagno intermitente, Alvarez absorbido por la marca y Gianfranco González
sin encontrar compañía para que acompañe su gambeta, el Rojo se encendió de a
ratos pero jamás pudo romper el cero en el arco de enfrente. Sarmiento se
plantó firme en el medio y atrás, y encima tuvo a Iván Acuña como una de las
figuras.
Lo
tuvo Redondo a los 17’ ,
pero su remate se fue desviado; Acuña se lució frente a Carlomagno a los 36’ y en el rebote Alvarez no
pudo; Bazterrica cabeceó muy mal cuando estaba solo frente al arco a los 40’ y otra vez Acuña se jugó la
vida a los 48’
sacándole con el cuerpo el gol a Alvarez en un rebote tras un tiro de esquina.
Todas esas tuvo Independiente, pero no pudo.
Ganó
Sarmiento y se llevó un premio excesivo, pero pegó justo. Supo administrarse y
se defendió bien, para quedarse con tres puntos que ya lo depositaron en la
soledad de la punta.
Ganaron Conesa y Dolores
En su
debut en el certamen (su partido de la primera jornada ante Ferroviario fue
postergado), Conesa como local le ganó a Ferro por 2 a 0, con goles convertidos
por los hermanos José y Juan Roch, dándole la primera gran alegría de la
segunda parte del año a los de Tordillo.
En
tanto, en el Estadio Municipal Dolores superó a Ferroviario por 3 a 1. Para el conjunto de la
calle Chascomús marcaron Darío Del Valle –en dos ocasiones- y Ezequiel Andrade.
Emanuel Ramírez, en tanto, marcó para el equipo de Sevigné.
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