En los penales, Ever Ready se quedó a las puertas de un girto heroico

Los penales, esa guerra de nervios en la que los protagonistas deben tener el corazón caliente pero la mente fría, fueron determinantes para Ever Ready. Justo ahí, cuando necesitaba de justeza, prestancia y serenidad falló. Y lo pagó caro. Sarmiento de Ayacucho fue más confiado a la serie y por eso pasó, y “como al pasar” se quedó con la clasificación a la próxima instancia del Torneo del Interior, donde enfrentará a Everton, de La Plata, que eliminó a Social Mar del Tuyú.

Y en medio de la tristeza por la eliminación, el blanquinegro se fue más caliente porque se quedó con la espina clavada, por sentirse no menos que un rival que tuvo todo para clasificar con holgura, pero que se confió y permitió que el elenco dolorense se agrandase, tanto que casi en los últimos 20 minutos de ayer le ganase solamente con coraje y determinación. Eso, y alguna idea de juego asociado que recordó a los mejores tiempos de este equipo.

Fue poco lo de Sarmiento, pero también fue poco lo de Ever Ready. El partido durante el primer tiempo fue malo, decididamente. El local comenzó titubeando y permitió que los de Cellillo manejaran la pelota y las acciones. El blanquinegro pareció no darse cuenta lo que ocurría, porque murió siempre en la misma, con pelotazos largos a Parodi para que se las arregle solo, o con intentos de desborde del desaparecido Coronel.

Diego Márquez jugaba otra vez solo, y del otro lado le pasaba lo mismo a Ledesma, que no encontraba juego asociado para habilitar a Roelofs o Insaurralde. Pero el gigante número 11 empezó a gravitar en solitario, encarando siempre y ganando con potencia. Y así Sarmiento creó alguna situación de riesgo, hasta que a los 44’ en un tiro de esquina nadie marcó a Insaurralde y el delantero no tuvo más que peinarla para el injusto 1 a 0.

Poco había hecho el local para estar arriba. Era una injusticia, y más injusto fue aún el 2 a 0 con el que se topó Sarmiento a los 33 segundos del complemento. Sacó el conjunto rojinegro de la mitad de la cancha, Braulio Lorenzo la durmió, habilitó a Roelofs que vio el pique en soledad de Insaurralde por la derecha. Pase y gol. Ever Ready dormía, y cuando se despertaba estaba dos goles abajo. Parecía el comienzo de la debacle final.

Todo en contra tenía el blanquinegro, que jugaba mal y estaba 0-2. Desde el banco se demoraban las variantes, pero a los 12’ un “regalito” del árbitro Caballero, que habitualmente dirige a los equipos de Ayacucho en su condición de rauchense, le dio la posibilidad a Ever Ready de levantarse al inventar un penal de Cándido sobre Coronel. Fue Casco y puso el 1-2 impensado.

El gol levantó a Ever Ready y puso a Sarmiento contra las cuerdas. El local retrocedió, el DT Marcelo Volantín se equivocó en los cambios y el equipo de Dolores se agrandó, pese a que recién Di Franco entró a los 21’ por el intrascendente Coronel y Mirasola a los 30’ por el confundido Hidalgo. El reloj corría inexorablemente y era el rival que tenía el blanquinegro, que crecía con las corridas de Icarde y el fútbol de Diego Márquez.

A partir de los 25 minutos de ese segundo tiempo, Ever Ready destilaría su mejor fútbol en el Torneo del Interior, ante un rival apabullado y que sólo atinaba a defenderse muy cerca de su propia área. De todas maneras, los de Cellillo no sabían generar peligro, hasta que a los 38’ Icarde escapó por la izquierda y mandó un centro perfecto al primer palo. Ahí estaba Parodi, que de anticipo puso el empate y despertó a la buena cantidad de hinchas llegados desde Dolores.

Había alcanzado el empate Ever Ready, impensado un rato antes, hecho realidad merced al oportunismo de Parodi y el quedo inentendible de un rival opacado. No hubo más porque el tiempo pasó rápido, y el ímpetu blanquinegro se trasladaba a los penales, donde confiaba a muerte en Matías Ranieri, y deseaba suerte a los ejecutores.

Pero el capítulo más tremendo que tiene el fútbol tuvo un dueño y fue Sarmiento. El local comenzó ganando con el disparo seco y certero de Luciano Lorenzo. El remate de Parodi fue igual. Llegó el turno de Roelofs, y allí se lució Ranieri arrojándose sobre su derecha. Estaba Ever Ready con la inmensa chance de ponerse arriba, pero Di Franco ejecutó muy mal y desviado. Fue Bustos y puso el 2-1, y para colmo de males Diego Márquez remató muy alto y desviado. Vidal colocó el 3 a 1 que indicaba una cuesta muy arriba. Descontó Mirasola, pero el gigante Arozarena le devolvió el alma al cuerpo a los hinchas de Sarmiento con el 4 a 2 final, que premió al equipo que solamente sacó ventaja en la efectividad de los penales.