lunes, 5 de julio de 2010

Conesa ya se atreve a soñar en grande

Ya no es casualidad, sería demasiado. No brilla y hasta quizás ayer no mereció ganar, pero ahora Conesa también es puntero, por mérito propio y por la caída de Deportivo Castelli. El equipo de Osvaldo Villalba se llevó una victoria agónica, sobre la hora, de esas que hacen inflar el pecho de tanto gritar y que encima sirvió para trepar a lo más alto de la tabla.

Fue un partido cambiante, con Ever Ready presentando a muchos juveniles que le dieron un aire nuevo al equipo de Crocci. Uno de ellos, Ignacio Bidart, comenzó a escribir una historia feliz abriendo el marcador a los 21 minutos, pero esa ventaja no la pudo sostener demasiado, porque a los 32’ apareció Juan Roch para presentar su carnet de goleador a los 32’.

Con ese empate se terminó el primer tiempo, y al comienzo del segundo Ever Ready se llevó por delante a los conesinos. Con determinación, aunque con escasa profundidad, el blanquinegro insinuó primero y pegó después. A los 10’ una gran jugada colectiva que terminó en un notable desborde de Coronel por la derecha, terminó en perfecto centro y el 2-1 de Pablo Arriola.

Parecía que así el partido iba a tomar un solo rumbo, porque el blanquinegro marcaba diferencias notorias, aunque no lograba pegar en el momento justo. Conesa esperó que pasaran los nubarrones, porque no tenía claro cómo torcer la historia. Hasta que a los 32’ una falta sobre el borde del área grande fue un convite para la pegada de José Roch, que se aprovechó de la poca estatura del arquero Matías Arriola y lo sorprendió con un toque suave que se transformó en 2 a 2.

El empate no estaba bien, pero goles son amores. A partir de allí, y de los cambios ofensivos que introdujo Villalba, Conesa ganó en potencia y confianza. Creyó en sí mismo y fue a buscar. Intentó sin muchas chances, hasta que en el último minuto de tiempo adicionado Juan Martínez ganó ante una defensa abierta y enfrentó al arquero Arriola, batiéndolo con un remate cruzado que fue el 3 a 2 impensado, pero creído por un equipo que tomó un empuje definitivo y que espera agazapado para dar el gran golpe cuando pocos lo tenían en cuenta.

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