Algunos no apostaban a su
resurgimiento, pero eran más los que quizás pensaban seriamente que Deportivo
Castelli iba a dar pelea. Cuando finalizó la primera ronda de la etapa clasificatoria,
el tricampeón del fútbol dolorense estaba sexto en la tabla de posiciones, a
diez puntos del líder Sarmiento y a seis del cuarto, que hasta allí era su
acérrimo rival Independiente. Y ayer volvió a ganar, y se metió en la pelea
franca por un lugar entre los cuatro de arriba.
Pero para meterse en el sitio
de privilegio que ocupa ahora, Deportivo tuvo que sufrir para sacarse de encima
a la Escuela Héctor
Barragán, que sin si habitual arquero Juárez tuvo que apostar al atrevimiento
de Marino, que de movida fue a la valla y apenas duró 8 minutos, porque en un
apuro salió a cortar con la mano un avance de los castellenses y el árbitro
Zabaljauregui debió expulsarlo.
Con esa ventaja corrió
Deportivo, pero no pudo sacar diferencias, y hasta pasó algún gran susto en el
arco defendido ayer por Agustín Gorostiague. Los minutos parecieron correr más
rápido para los visitantes, que estaban ávidos del triunfo pero no encontraban
como entrarle a un rival prolijo, que supo defenderse bien teniendo la pelota,
hasta que Mauro Orlando encontró la llave a los 36 minutos del complemento,
llevando alivio al conjunto blanquinegro.
Deportivo se contentaba con
esa ventaja conseguida desde el obstinado empuje de sus delanteros, y desde el
cambio que acertadamente había efectuado Cellario. Cuando quedaba poco y ya el
rival jugaba con 9 por una nueva expulsión de David Enrique, explotó Patricio
Etchemendy y batió dos veces la valla de la Escuela , redondeando un 3 a 0 excesivo, pero que se dio
cuando el campeón encontró los huecos que le dio un rival que jugó de igual a
igual y que cayó por los imponderables del fútbol.
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