lunes, 25 de marzo de 2013

Ever Ready hizo todo, pero se quedó sin nada


No pudo. Se quedó otra vez a las puertas del pase a la próxima fase del Torneo del Interior, sólo por esas cosas que tiene el fútbol, que muchas veces por injusto termina premiando en demasía a quien solamente acertó una de varias. Nada más. La historia es cruel, y le viene siendo esquiva a Ever Ready, que nuevamente tuvo que venirse de Ayacucho masticando bronca, como en 2010, y otra vez con Sarmiento.
Hizo lo que estuvo a su alcance el conjunto dolorense. Quizás no con la generación de fútbol que demandaba la circunstancia, que de tan extrema también terminó acorralando a Sarmiento, que nada tuvo que ver con el que mostró una cara superior en Dolores. Ayer se animaron poco y se respetaron demasiado, una cuestión que en el equipo de Irazábal era más valedera porque iba de punto, sin dudas.
Salió Ever Ready con un esquema bien claro. La inclusión desde el vamos de Sebastián Suárez, formando una línea defensiva que completaron Barberena, Vallejo y Bazterrica, y ocasionalmente Moltoni, evidenciaba que el blanquinegro fue a buscar el cero en su arco primordialmente. Y no estuvo mal. La receta neutralizó a los peligrosos Roelofs y Najurieta, que pocas veces entraron en sintonía.
Ofensivamente, Ever Ready pasó a depender de Franco Gelmini, que entró enchufado y con ganas de encontrarse con Córdoba, que cada vez que se lo propuso le armó un lío bárbaro a la defensa sarmientista con su habilidad. Una linda pared de éstos que terminó en remate de “Cachito” levantó al público dolorense, que a los 7’ por poco no gritó el primero.
Envalentonado, el equipo de nuestra ciudad siguió intentando con Córdoba, que a los 22’ hizo un dribbling memorable y sacó un remate que el arquero Correa envió providencialmente al tiro de esquina. Lo más peligroso seguía siendo generado por un Ever Ready que sorprendentemente se para en tierra contraria, al tiempo que Sarmiento recién respondió a los 28’ con un cabezazo de Roelofs que dio en el travesaño y picó en la línea, prendiendo la luz de alerta en una defensa que por primera vez las pasaba feas.
La llegada del local durmió las expectativas del equipo de Dolores, que se retrasó un poco y permitió que el partido cayera en su ritmo vertiginosamente, pero no obstante tuvo otra clara en un tiro libre de Gelmini, que a los 35’ estrelló un disparo en el travesaño después que Correa metiera también su mano derecha para evitar lo que era una segura caída de su valla.
Con esa acción se terminaron las llegadas de un primer tiempo que había dejado una buena imagen de Ever Ready, ante un Sarmiento sorprendentemente desordenado y sin ideas claras, que no encontraba nunca los tiempos ni la pausa que supo generar Insaurralde, ayer totalmente desaparecido.
El complemento mostró a los ayacuchenses mejor parados desde el vamos, y a los 9 minutos en una contra estupendamente manejada por Montalivet, Najurieta recibió por derecha, se hamacó y enganchó hacia el medio buscando perfilarse, dejó dos hombres en el camino y cuando encaró a Bazterrica éste le cometió un claro penal que cobró el árbitro González.
El propio delantero se hizo cargo de la ejecución. El disparo fue casi al medio, y allí Tejeda volvió a lucirse una vez más tapando el remate, y enseguida se repuso para ahogarle el grito a Insaurralde, que estaba cara a cara para empujar el rebote. Tremenda acción del 1 blanquinegro, y salvada que suponía un cambio de ánimos notorio. Pero no fue así.
Ya con Gelmini no tan conectado con Córdoba, y con Sarmiento haciéndose fuerte desde la tarea de Lorenzo, el partido y el penal no gravitaron a favor de Ever Ready. El desarrollo comenzó a pasar por el temido “el que hace el gol gana”, y a los 22’ lo encontró el local en una corrida de Najurieta y el centro perfecto para que en el primer palo aparezca la cabeza de Toledo para el 1 a 0, en la única desatención defensiva de los de la calle San Martín en toda la tarde.
Faltaba mucho para Sarmiento, y faltaba nada para Ever Ready. Las ideas no aparecieron y arreciaron los pelotazos infructuosos. La entrada de Lanfranchi pareció darle vértigo al blanquinegro, pero no tuvo acompañamiento. Carlomagno entró tarde y lejos del área, allí donde en los últimos instantes fue a pararse Suárez como un gladiador. Pero no alcanzó. Otra vez la historia no estaba del lado de Ever Ready, que terminó buscando hasta el pitazo final con la cabeza en alto y demostrando hidalguía. Y a veces ni siquiera eso es determinante. 

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