martes, 8 de septiembre de 2009

La violencia paró Ferro - Ever Ready

Parecía cosa olvidada, pero siempre vuelve. La violencia y los desmanes se apoderaron casi inesperadamente para el desenlace abrupto de un Ferro – Ever Ready que venía ganando por 2 a 0 el conjunto blanquinegro, hasta los 37 minutos del primer tiempo. Allí una gresca generalizada hizo que el árbitro Héctor Vallejo suspendiera el cotejo, sin dar oficialmente los motivos que lo llevaron a tomar tal determinación.
Hasta que pasó lo que pasó, Ever Ready había sido más y ganaba por un gol de penal de Daniel Casco a los 27’, habiendo aumentado Di Franco a los 31’. Pero un rato después se agredieron mutuamente Icarde y González. Ambos se fueron correctamente expulsados y ni bien trasparon el conducto que los dirigía a los vestuarios volvieron a agredirse.
Mientras algunos colaboradores trataban de calmarlos, un grupo de simpatizantes de Ferro que estaban ubicados en la tribuna más cercana, lograron llegar hasta el lugar de los hechos (las puertas estaban abiertas) y todo fue un escándalo, mientras simpatizantes de Ever Ready y algunos jugadores corrieron también hacia esa zona.
Fueron dos o tres minutos en los que el partido estuvo detenido, con el árbitro observando los sucesos, y con jugadores del blanquinegro como Ranieri, Milano, Díaz, Casco y Dager, más algunos suplentes del mismo equipo y de Ferro también en la escena. Con la policía en el lugar, Vallejo pitó e hizo señas que el partido estaba suspendido. Y allí la incertidumbre le ganó a todos, porque nadie sabía a ciencia cierta el motivo del final abrupto, con dos opciones: falta de garantías o expulsión de los jugadores que fueron al lugar haciendo abandono del campo de juego.
Con las aguas más calmas, y ya en el vestuario, el propio árbitro le dijo a este medio, y a otros que concurrieron a evacuar la duda: “hasta que no salga el informe no puedo darles detalles. Lo cierto es que el partido está suspendido”. Punto final para una escena que fue más grandilocuente que otra cosa, con las habituales corridas, empujones y amenazas. No pasó de eso, pero el árbitro se escudó en el reglamento y cortó por lo sano. Ahora todo quedará en manos del Tribunal de Penas.

No hay comentarios: