lunes, 25 de enero de 2010

Con el gol de Salinas y la tarea defensiva

El oportunismo de Gabriel Salinas, una convincente actuación de su última línea, y otra tarde memorable de Matías Ranieri, le permitieron ayer a Ever Ready quedarse con su segundo triunfo consecutivo y la punta en soledad de la zona 61 del Torneo del Interior, dejando atrás a un durísimo rival como Juventud Unida, de Verónica, que se fue de Dolores con las manos vacías pese a merecer mejor suerte.

Fue un partido raro, pero de esos que suelen darse en esta clase de certámenes, donde unos no saben muy bien cuáles son las virtudes y debilidades del otro. Ever Ready pegó de movida con su nuevo hombre-gol: a los 7’ apareció Gabriel Salinas, y en soledad aprovechó el quedo de una defensa que inicialmente falló, pero que se amoldó mejor más tarde. Lo cierto es que en esa jugada puntual dejó solo al “Matador” y éste no perdonó.

Sorpresa en el “Delfor del Valle”, y también en el rival, que se acomodó mejor desde el medio hacia arriba y trató de ser peligroso con la manija de Fuscaldo y las combinaciones de Martinotti y “Nani” López, éste el mejor hombre de la etapa inicial. Desde la mitad de la cancha Juventud Unida copó la parada con una notable tarea de Arzer, que le ganaba permanentemente el duelo a Alfredo Díaz y compañía, y con la pelota en su poder el rival mostró aproximaciones.

Ever Ready entendió como venía la mano y no hizo locuras: se plantó firme atrás y esperó para poder lastimar de contra, y en cada corrida Coronel y Salinas pudieron hacer diferencias, aunque fueron escasos los momentos en los que se encontraron. Enfrente, “Nani” López no la embocaba, y Matías Ranieri iba agigantando su figura bajo los tres palos.

En el segundo tiempo las diferencias se acentuaron. La pelota siempre fue manejada por Juventud Unida, que fue y fue pero no encontró la manera correcta de llegar al gol. Responsables máximos: Matías Ranieri, Mariano Vincenti, Daniel Casco y Hugo Moltoni, todos de estupenda tarea.

Mientras el rival iba, a Ever Ready se le abrían los espacios, y a los 27’ le quedó una pelota bárbara a Coronel, que encaró perfilado y en soledad, pero increíblemente falló. Hubiera sido muy injusto un nuevo gol blanquinegro, que a esa altura miraba muy seguido el avance de los segundos y confiaba en cada pelota que robaba Diego Hidalgo en la mitad de la cancha.

Juventud Unida cambió esquema y fue ambicioso cuando ya era dueño absoluto de las acciones, pero ni eso hizo que la historia cambiara. La suerte estaba echada para el lado de Ever Ready, que con mucho sacrificio e inteligencia para jugar un partido desfavorable, trabajó arduamente para quedarse con un triunfo notable, de esos que valen mucho.

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