Social y un triunfo increíble para quedar solo arriba

Tremendo, emotivo, increíble. Póngale el adjetivo que quiera al estupendo triunfo que consiguió ayer Social ante Independiente de nuestra ciudad. El equipo de Damián Cejas dio vuelta una historia que venía realmente a contramano (perdía 3 a 1 y ganó 4 a 3), y con la heroica victoria quedó como único líder del torneo Preparación, en un partido inolvidable.

Si alguien hubiera escrito el guión de un choque tan vibrante, quizás no hubiera sospechado semejante atracción. Se sabía de antemano que Independiente iba a representar un rival duro, por su juventud y desfachatez, y en similar tren llegaba el equipo de la calle Mitre, que le pone el ojo a los jóvenes y los promueve permanentemente.

 Independiente se mostró más suelto y empezó a molestar enseguida, con Franco Carlomagno muy enchufado y haciéndole compañía al exigente Carlos Sallago, que a los 31’ abrió el marcador. Enseguida Social lo empató a través de Mauro Vitarella, pero cuando se cerraba el primer tiempo le cometieron falta al goleador del Rojo y Carlomagno cambió la falta por grito para poner arriba a los de Trigo por 2 a 1.

El golpe había certero y justo. Y más demoledor parecía ser el 3 a 1 que llegó con el cabezazo de Maximiliano Ceballos a los 2’ del complemento. Independiente jugaba mejor y se mostraba suelto. Social era la contracara, porque tenía fallas en el medio y en el fondo, y no encontraba la forma de armar juego.

Insistió el Rojo pero no pudo, y empezó a pagar caro la falta de contundencia. A los 20’ descontó Federico Roncoroni, en una jugada fortuita en la que desvió con el pecho un cabezazo de Vitarella. Pero Independiente siguió teniendo sus chances claras, clarísimas. Carlomagno desperdició dos y otras tantas marró Sallago, que además exigieron en un par de oportunidades a Calabrese.

El partido estaba protagonizado por Independiente, hasta que a los 30’ el ritmo se aquietó por la dura lesión de Nicolás Roncoroni en su mano derecha. El golpe anímico no amilanó a Social, que empezó a darse cuenta que la última línea de su rival no estaba tan segura, y volcando el juego hacia la derecha empezó a ganar insistentemente, pese a que no dejaba de sufrir en cada llegada roja.

Estaba a tiro Social, y jamás se resignó pese al paso del tiempo. Con insistentes embates se dio cuenta que estaba cerca, hasta que a los 42’ Nicolás Conti metió un cabezazo de anticipo para estampar el 3 a 3. Y en los últimos tramos metió más enjundia para amedrentar a un Independiente sofocado, muy metido atrás y defendiendo mal.

Landín había adicionado nada más que 4 minutos pese a la lesión de Roncoroni. Parecía poco, pero no para un Social que sacó fuerzas desde bien adentro y fue por más toda potencia, como esa que mostró Gonzalo Soria para poner el 4 a 3 definitivo y con los ojos bien abiertos tras el rebote que había dado Pardo. Tremendo, emotivo e increíble, póngale el adjetivo que quiera a esta tremenda victoria del puntero.