lunes, 20 de agosto de 2012

Ever Ready otra vez encontrò la alegrìa al final


La fortuna está del lado de Ever Ready, definitivamente. Y la cara contraria es Independiente, que volvió a perder injustamente y sigue lejos de todo. Pero enfrente tuvo al líder, que poco mostró para ostentar semejante pergamino, pero ganó, sufriendo; pero se adueñó de tres puntos vitales en un juego donde hizo poco, muy poco.
Históricamente, Independiente siempre fue un duro rival para Ever Ready, y eso sin importar los nombres. Para el Rojo, tener la camiseta blanquinegra enfrente significa todo, porque pareciera que los jugadores se retemplan el alma. Y el choque de ayer no fue la excepción, aunque no hubo mucho fútbol para recrear la vista.
Ever Ready empezó bien, con profundidad e imponiendo respeto ante el juvenil rival, al que sorprendió a los 14’ con la apertura del marcador, que llegó tras un quedo del arquero Lucas Sanz, que se durmió y permitió que Ramos le baje la pelota a Moltoni para que el mediocampista la empuje de cabeza para el 1 a 0.
El equipo de Irazábal manejó la ventaja y la pelota, pero sufrió con cada contra roja y la velocidad que le imprimía Carlomagno de mitad de cancha para arriba. El único delantero de punta la peleó solo y complicó siempre, y consiguió el gol del empate en un tiro libre que parecía no traer peligro pero que inexplicablemente sorprendió al arquero Hernando, que terminó deteniendo el envío cómodo, pero dentro del arco, según el asistente Roberto Marino.
A partir de allí el partido fue otro, y la paridad imperó en el segundo tiempo, con Independiente acentuando su tarea en la mitad de la cancha y Ever Ready tratando de encontrarle la vuelta a un rival ordenado, pero sin ideas y un argumento repetido y cansador, el del pelotazo incongruente e ineficaz.
El equipo de Trigo pudo haber desnivelado en los primeros 20 donde se mostró más activo, pero fue Ever Ready el que metió más presión en el cierre, y además encontró a la fortuna de su lado, esa que siempre acompaña a los punteros. Cuando el partido ya se moría en justo empate, Speroni fue a luchar una pelota por la punta izquierda y cedió para Vincent, que metió un centro preciso para Salim, que metió un cabezazo fenomenal cambiándole la trayectoria al balón y colocándola bien lejos de Sanz, para gritarlo bien fuerte y dejar a su equipo arriba de todos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

que culito jajaja