lunes, 24 de agosto de 2009

Ever Ready ganó, pero luchó demasiado

Ever Ready ganó pero sigue teniendo viejos errores, esos que son viscerales y se notan. Ayer debió trabajar muchísimo para derrotar a un férreo Independiente, y lo logró con sufrimiento, aunque siendo superior en la idea futbolística. Pero más allá de quedarse con un partido ganable, en el balance quedarán puertas adentro –y afuera- un rendimiento que sólo por momentos fue convincente.
En detrimento de la actuación del blanquinegro puede achacarse la ausencia de varios habituales titulares (Sepero, Diego Márquez de movida y Parodi), ya que pese a los buenos valores que dispuso Cellillo en cancha, no hubo un funcionamiento homogéneo ante un rival que apeló solamente al sacrificio y la tenacidad como estandartes.
Como siempre Ever Ready se paró como protagonista, y de hecho lo fue, manejando siempre el balón, aunque cayendo en repetidos errores a la hora de elegir las mejores opciones ante la valla de Franco Pardo. Darío Mirasola fue el eje por donde pasó todo el fútbol, pero el diez careció de compañía.
Ante ese panorama, todo se oscureció más cuando a los 36’ una larga pelota que parecía fácil para la Milano y Casco, terminó en gol de Independiente cuando Carabajal guapeó y burló la tibia reacción de los centrales, yendo a definir con categoría ante la salida de D’Angelo. Era injusto el resultado, pero golpeaba a un Ever Ready que sigue dando ciertas licencias.
Cuando recién se cumplía el primer cuarto de hora del complemento, Cellillo mandó al campo a Diego Márquez (que llegó tarde y por eso no fue titular) reemplazando al embrollado Angeleri, que junto a Di Franco pocas veces la habían visto. El DT apostaba a que el “Negro” se asociara con Mirasola, cosa que pocas veces ocurrió.
Pero Márquez pisó la cancha y se hizo cargo de un tiro libre por la derecha. La pelota viajó al borde del área chica y allí apareció Dager para meterla entre todos. Comenzaba otro partido, con el blanquinegro apuntando siempre al horizonte de Independiente, y éste metiéndose muy atrás a tratar de defender con uñas y dientes un empate que no le caía nada mal.
Pese al empate, las cosas no se le simplificaban a Ever Ready, que obstinadamente siguió buscando hasta que a los 38’ Icarde voló por la izquierda, llegó a la línea final y sacó un centro cerrado que se le coló a Franco Pardo por el segundo palo, convirtiéndose en el grito de gol y desahogo del equipo que más lo buscó, y que con mucho sufrimiento lo encontró.

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