Fue astuto para aprovechar su oportunidad, ordenado para marcar y habilidoso para defenderse. Por eso Ever Ready ayer salió airoso del cruce en cancha de Sarmiento, donde el local le paró enfrente un esquema ambicioso, pero sin profundidad, y allí radicó el peor pecado de los dirigidos por el debutante Guillermo Paiz, porque por actitud mereció otra suerte.
Los 90 minutos estuvieron bien diferenciados. El mejor estilo de Ever Ready se vio en la primera parte, porque tuvo la pelota y siempre mostró ideas, dispersas pero colectivas y orientadas a buscar el arco rival. Jugó bien en la mitad de la cancha y arriba preocupó con el tridente que formaron Coronel, Battistessa y Salinas, que sólo funcionó en cuentagotas.
En esa primera mitad, Sarmiento perdió en todos lados y hasta tardó en ordenarse correctamente. Porque Muñoz deambulaba por izquierda y Casale no encontraba su lugar, mientras del otro lado la pelota tenía en Franco Gelmini a un destinatario eficaz.
Tras haber sufrido una llegada aislada de Moltoni y desperdiciado un remate cruzado de Coronel, Ever Ready pegó en la segunda. Tiro libre desde la izquierda cruzado, aparición de Coronel para el remate, rebote corto del arquero Ludueña y gol de Salinas que estaba para empujarla a los
Parecía el nacimiento de un buen partido, pero no. Ever Ready llevó las ideas hasta ahí nomás, nunca un poquito más. Sarmiento se defendió como pudo, y cuando tuvo la pelota Iturrez y Equisito abusaron de la pausa, mostrando también la escasez de potencia ofensiva. Mientras, Vallejo salvaba un cabezazo de Elizalde que tenía destino de gol y sobre el final Gelmini casi sorprende al arquero Ludueña con un remate desde lejos.
El complemento mostró a Sarmiento con otra actitud. Más combativo y ordenado, el “Calavera” fue casi dueño por completo del segundo tiempo. Ever Ready se refugió muy atrás ante un rival que manejó la pelota, pero que no supo aplicar la marcha más agresiva. Los de Paiz tuvieron la gran oportunidad a los
El correr de los minutos, la impericia de Sarmiento y la impaciencia de su público hicieron que el partido se picara demasiado. El árbitro Candela abusó de las amonestaciones y recién a los
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