La chance estaba, pero pareció no darse cuenta
Social, que ayer empató con la Escuela Héctor Barragán y dejó escapar toda
posibilidad de llegar al menos con posibilidades a la última jornada. El 1 a 1 final, que se ajustó a lo
que pasó en el partido, le dio un punto a los de la calle Mitre que sirvió de
poco, y que consiguió cuando apretó el acelerador en los minutos finales.
Tras un primer tiempo donde se prestaron la
pelota y el trámite fue lento y monótono, la Escuela Barragán
mostró su mejor costado futbolístico en el arranque del complemento, con Monzón
manejando los hilos de un equipo con soltura y dinámica, ante un Social al que
le costó encontrar el partido.
El inicio de la segunda mitad fue explosivo,
porque la Escuela
llegó con claridad a los 30 segundos con un tremendo remate de Moyano que
reventó el travesaño, y una estupenda intervención de Calabrese ante el disparo
de Enrique en el rebote. A partir de allí el equipo de internos fue parándose
mejor, pero careció una vez más de profundidad a la hora de atacar.
Mientras Roncoroni desperdiciaba dos buenas
chances, el que se animó y probó fue Monzón, que a los 28’ con un precioso zurdazo
desde 25 metros
dejó sin chances a Calabrese. Social empezó a entender que la historia debía
ser otra, y cambió la actitud ante un rival que se refugió muy atrás.
A puro empuje con la buena tarea de Cansina en
el medio y con los desbordes de Conti, Social insistió hasta que a los 41’ encontró el empate en la
cabeza de Vitarella. Ya era demasiado tarde. Después se la jugó, pero casi lo
pierde. Y entonces se fue con un gusto muy amargo, porque el punto no le sirvió
de nada.
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