Poco, muy poco, de un lado y del otro. Apenas algo más de idea del lado
de Ever Ready, que sobre el final encontró la victoria en una jugada
desafortunada del arquero Sebastián Bourrás, que un rato antes había tenido que
reemplazar al seguro Emanuel Armendi, víctima de una severa lesión que podría
alejarlo de las canchas durante un largo tiempo.
Debió sufrir el puntero para quedarse solo arriba, en el duelo con el
otro equipo que hasta ayer ostentaba la punta. Pero nada le hizo creer a la
gente que ese partido era entre los dos mejores. Porque todo giró en torno al
aburrimiento, a la lucha, al pelotazo desmedido, a la sinrazón y al miedo, que
por goleada le ganó al respeto.
Sin ser sumamente superior, Ever Ready fue más que un timorato
Independiente de Castelli, que apostó a esperar sin tener con qué. Del otro
lado, el blanquinegro intentó pero le costó encontrarle la vuelta, primero a si
mismo más que al propio rival, porque sigue sin encontrar el ritmo sostenido,
ese que a veces encuentra cuando entran en sintonía Córdoba y Lanfranchi, que
juegan con un cambio más.
La cosa es muy distinta en Ever Ready cuando Gelmini abusa del pelotazo
y no juega en sintonía con Coronel. Ahí el equipo de Irazábal cae en
defecciones y repeticiones, que son muy detectables por cualquiera. Pero ante
un rival como Independiente, que corrió mucho y no hizo prácticamente nada, al
puntero se le hizo bastante sencillo.
Con un eximio pegador como Hugo Moltoni tirado a la mitad de la cancha,
y con Gelmini casi a su lado, fue una tentación permanente el pelotazo largo,
pero Coronel solo no pudo. En esa receta parecía resumir todo el conjunto
dolorense, que apenas molestó a Armendi en el primer tiempo.
Del otro lado, Sergio Poveda tuvo una sola chance y fue a los 8’ del segundo tiempo, pero
Guillermo Hernando respondió con la seguridad de siempre. Nada más que eso para
los castellenses, hundidos en su propia maraña de la que sólo pareció despertar
cuando Barrios inquietó con algunas corridas.
Un golpe de efecto cambiaría todo. Cuando se había cumplido el primer
cuarto de hora del complemento, y Emanuel Armendi le había tapado el gol a
Alferdo Díaz, tras un tiro de esquina en que nadie molestó al golero, éste cayó
y pidió a gritos por atención médica. Enseguida todos corrieron y comprobaron
que lo de “Chila” era grave: una supuesta rotura del tendón de Aquiles.
La salida del efectivo golero le dejó lugar al joven Sebastián Bourrás,
que casi no fue exigido, hasta que sobre el final y cuando todo parecía
terminar en cero, se equivocó al querer salir con un puñetazo al balón, con tan
mala fortuna que no hacer más que empujarla hacia su propia valla para darle a
Ever Ready un triunfo demasiado grande, tanto que le valió la punta en soledad.
4 comentarios:
Abrazo grande a Chila, fuerzas!!!
no pueden tener tanta suerte nos ganaron por la desgracia del chila(fuerza mostro)se van a fundir de tanto pagar y no ganar nada son una murga jajaj no se como estan primeros no juegan a nada
claro el partido contra conesa perdieron 3 a 0 por mala suerte!!! ustedes vienen a decir que nosotros nos vamos a fundir por pagar a jugadores, ustedes??? cuantos son del club, Faro Camara el unico y los demas? a ustedes los van a echar a todos si siguen asi, pagan mas que nosotros y ven a Deportivo campeaon!!! jaja no tienen cara!
No sii IFC juega hermoso.
Acordate que ves a depo dar la vuelta cerquita tuyo amargo
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