A toda
garra y corazón. Con mucho ímpetu y en apenas un rato, Sarmiento dio vuelta una
historia que venía torcida con Independiente de Castelli, y con un sufrido 3 a 3 final se metió en la
definición del torneo “Jorge Pereyra”, tras haber ganado la semana pasada como
visitante por 2 a
1.
Independiente
de Castelli vino a hacer el gasto, como mandaba la historia de hacía siete
días. Allá en su cancha, el equipo de Bidart había perdido y estaba obligado.
Pero Sarmiento se paró bien y le complicó la tarde al Rojo, que insistió hasta
que a los 35’
Poveda abrió el marcador poniendo la cabeza.
La
ventaja dejaba la historia igual, con un 2-2 en el global que volvía todo a
fojas cero. Monge se fue expulsado y preocupó más a un Sarmiento algo atado, al
que le costaba molestar a Mansilla, que respondió bien cada vez que fue exigido
en un primer tiempo que terminó con la ventaja parcial del visitante.
La
receta de los castellenses volvió a repetirse y a ser exitosa, cuando Poveda
otra vez de cabeza aumentó el marcador a los 10 minutos, dejando a
Independiente con la ventaja mínima y el pase a la final asegurado hasta ese
momento.
Pero
Sarmiento resurgió como una tromba, con una fuerza goleadora incontenible. Ya estaba
Patricio Márquez en la cancha, y fue quien enarboló la bandera de una increíble
remontada. El delantero puso el centro para el descuento de Marcelo Gutiérrez a los 19’ , y Facundo Muñoz puso el 2 a 2 tan sólo cuatro minutos
después. Independiente se veía desbordado, confundido y en sus peores momentos.
Con
un hombre menos y una estupenda efectividad, el “Calavera” estaba haciendo una
gesta inolvidable, que empezó a tomar otro cariz a los 30’ cuando Herrera metió una
carrera monumental y un zapatazo terrible que fusiló a Mansilla: 3 a 2. Festejo y locura de un lado.
Incredulidad y decepción del otro.
Pero
a esta aventura de Sarmiento le faltaba otro condimento, como para darle más
valor y brillo a un resultado formidable. Sebastián Suárez, el que nunca se
entrega, empató para Independiente a los 36’ , imprimiéndole a los instantes finales una
cuota de dramatismo que aumentó la heroicidad de los nueve jugadores que
terminaron, porque a los 39’
Simón vio la roja y le dio otra mano a un Rojo que empujó y no pudo ni consigo
mismo.
Tadiello
pitó el final y Sarmiento desató una fiesta gigante. Adentro de la cancha los
jugadores fueron un racimo de alegría. Afuera en su tribuna, los hinchas del
albo desbordaban de felicidad y orgullo, por un equipo que dio todo y se abrazó
a un resultado que pareció inalcanzable primero y se convirtió en palpable en
un rato. ¡Cómo para no festejar!
1 comentario:
Este campeonato es de sarmiento por la entrega y compromiso....
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