Nueve clásicos seguidos sin victorias y diez años sin poder ganar en casa el partido que se espera siempre. ¡Al caray con las estadísticas, habrá dicho el hincha de Independiente!. Y festejó a lo grande. Gritó fuerte tras vencer a Deportivo Castelli por 2 a 0, por aquel gol inicial de Leonardo González a los 13 minutos del primer tiempo, y por el de Gerardo Amara, a los 17’ del complemento.
…y sustentó ese sueño de campeón porque falta poco, y porque los seis triunfos al hilo no dan lugar a otro pensamiento que no desemboque en la vuelta olímpica. Este Independiente de “Bachi” Bidart rompe estadísticas y baja récords, porque nadie consiguió ganar seis veces seguidas desde el arranque, y este equipo lo hizo y va por más.
…y sufrió el hincha, y sufrió el equipo porque terminó con diez por la expulsión de Juan Pablo Averza. Quedaban 9 minutos y el “Depo” se venía encima. Igual no pudo porque Independiente tenía todo controlado y el estadio era una fiesta.
Queda poco trecho y los soldados se caen. Pero el Rojo da batalla igual, y encara con confianza. Se viene una dura visita a Ever Ready en la próxima, pero nadie se acordó de ello. Todo el mundo se acordó del rival de toda la vida, del gozo que significa poder volver a sonreir durante una semana. Es el clásico, nada menos, y la punta, y la posibilidad cada vez más cercana de ese título que parece estar a la vuelta de la esquina.
…y sustentó ese sueño de campeón porque falta poco, y porque los seis triunfos al hilo no dan lugar a otro pensamiento que no desemboque en la vuelta olímpica. Este Independiente de “Bachi” Bidart rompe estadísticas y baja récords, porque nadie consiguió ganar seis veces seguidas desde el arranque, y este equipo lo hizo y va por más.
…y sufrió el hincha, y sufrió el equipo porque terminó con diez por la expulsión de Juan Pablo Averza. Quedaban 9 minutos y el “Depo” se venía encima. Igual no pudo porque Independiente tenía todo controlado y el estadio era una fiesta.
Queda poco trecho y los soldados se caen. Pero el Rojo da batalla igual, y encara con confianza. Se viene una dura visita a Ever Ready en la próxima, pero nadie se acordó de ello. Todo el mundo se acordó del rival de toda la vida, del gozo que significa poder volver a sonreir durante una semana. Es el clásico, nada menos, y la punta, y la posibilidad cada vez más cercana de ese título que parece estar a la vuelta de la esquina.
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