lunes, 1 de junio de 2009

Otra visión del clásico castellense

Los gitanos están de gira
En una final anticipada el Rojo se quedó con el derby castellense tras vencer en su cancha al eterno rival, Deportivo, por 2 a 0 ante un marco inconmensurable de público y un gran clima.
El clásico tuvo poco vuelo futbolístico, cargado de ansiedad y lleno de imprecisiones donde en la primera parte el conjunto de Bidart supo capitalizar la falta de orden en la defensa del combinado de la Mitre y a los 14 minutos, tras un centro de Garófalo, Leonardo González llegó en soledad para concretar por debajo de la humanidad de Marti, poniendo en ventaja al local.
A partir de ese momento, la historia se escribió de otra manera, con un Independiente cauto, que manejó los tiempos con Cámara y Corti, y un Deportivo previsible en lo táctico y futbolístico producto de la ausencia de Rógora.
En la visita Ramallo fue el único que inquietó pero el peligro caducaba porque nadie le alcanzaba la esfera a Poveda y la defensa roja no sufría sobresaltos.
El de la Bolívar estuvo bien ordenado, capitaneó el juego Garófalo y Averza en la ofensiva y Amara intimidaba al Depo que no encontraba el norte. La primera etapa se esfumó con la visita dominando, con Rógora enarbolando la bandera a través de un tiro libre y alguna jugada con el balón en su poder. Fue justo el primer tiempo y había promesas para el segundo.
El complemento encontró a un Deportivo ansioso en busca del empate e Independiente, que ha sabidas cuentas de la necesidad de su rival, esperó ordenado y listo para dar el golpe de contra.
Así a los 16’ de la etapa final, una corrida letal de Amara por izquierda terminó con el balón apenas cruzando la línea de gol y el Rojo festejando la segunda conquista, ante la agonía de los zagueros centrales y un arquero estéril porque la definición de gotera de Amara iba a morir suave a la red.
Independiente con el dominio del encuentro le entregó la pelota a Corti, quien comenzó a manejar los tiempos en el local, pero Deportivo reacciono con Rógora y Ramallo hasta convertir en figura al guardavallas Mansilla. Golpeaba Deportivo, contestaba Independiente.
De alto voltaje fueron los últimos 17 minutos, desde los 35’ hasta los 52’, tiempo que adicionó Zabaljauregui, porque los idiotas de siempre hicieron estallar una bomba de estruendo cerca del asistente Tormey y el encuentro se detuvo.
Faltando poco para el pitazo final Mansilla agigantó su figura, descolgó y sacó todo el peligro de su área, Amara desperdició cada contra a sus pies, lo tuvo Ramallo, tapó Mansilla, off side de Poveda que vio Tormey, casi pone el broche Corti cuando intentó un disparo desde la mitad del campo por sobre Marti. Lo tuvo Amara, lo perdió Medina en una corrida memorable y así se fue el clásico que ya es historia.
Lo ganó Independiente después de 5 años y 29 días sin vencer al eterno rival y 10 años, un mes y 13 días sin derrotarlo como local.
Fue mas el de la Bolívar, puntero del torneo que vive un año muy especial... Sus 80 primaveras de historia y el retorno de su hijo dilecto Pablo Corti.
Gustavo Góngora (periodista castellense)

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