De la tranquilidad al
nerviosismo puro, de depender de sí mismo holgadamente a suplicar no cometer
más errores porque el impetuoso Rojo local se venía encima en una remonmtada histórica.
Al final, Independiente de Castelli empató 3 a 3 y se clasificó con cierto temor tras ir ganando
3 a 0 y
permitirle a los de Daniel Trigo reaccionar heroicamente.
Nada hacía prever que el
conjunto de Germán Bidart iba a terminar penando, porque tuvo un arranque
fantástico, con Gabriel Barrios convirtiéndose otra vez en arma fundamental
convirtiendo el primer tanto a los 35 segundos de partido. De esa manera,
Independiente de Castelli arrancaba manejando mentalmente el juego, que de
todas maneras fue parejo a lo largo del primer período.
El 1 a 0 parecía marcar el camino
a los vestuarios, pero Ignacio Bidart probó desde lejos y tomó adelantado a
Sanz, que poco pudo hacer para evitar el 2 a 0 cuando el reloj marcaba 43 minutos de la
primera parte. El resultado era ya demasiado favorable a la visita, que había
llegado a Dolores como uno de los líderes del certamen.
Si la ventaja era grande,
mucho más lo fue a partir de los 7 minutos del complemento, cuando otra vez
Barrios se hizo presente en la red para el 3 a 0, aprovechando un rebote en el travesaño
luego de un remate de Poveda. Parecía el fin de las esperanzas de Independiente
de Dolores, que empezó a levantar cabeza desde el ingreso de Mauricio Del
Valle, que con espacios fue el cerebro que llevó a los de Trigo a la reacción.
En la última función del año
de los de la calle Rivadavia, el goleador del certamen Franco Carlomagno, le
dio aire a su equipo a los 8 minutos, y Carlos Sallago, aprovechando una estupenda
asistencia de Del Valle, puso a tiro a los de Trigo a los 14’ . Aún quedaba mucho, y los
castellenses veían como crecía el rival a medida que su producción decaía
notoriamente en todas sus líneas, pese a que los dolorenses se quedaban con
diez por la expulsión de Miguel Brown.
Sólo esperaba el visitante
que el reloj corriera rápidamente, sobre todo después que Carlomagno lograra la
igualdad a diez del final. Se refugió el visitante y empujó el local. No hubo
tiempo para más sorpresas, y sólo por eso Independiente de Castelli apretó el
puño fuerte cuando Vallejo pitó el final, y los locales sonrieron por la
levantada, despidiéndose con una linda levantada que metió miedo, pero que no
remienda otro año para el olvido.
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