Hay victorias que no se explican, sino que se gozan cuando se concretan. Y si sirve para algo más que tres puntos, mejor todavía. Algo de eso debe estar pasando por la piel de Ever Ready, que ayer con la victoria de 2-1 sobre Tiro Federal se sacó la mufa de encima y luego de tres derrotas consecutivas, regresó al triunfo consiguiendo el pase a la primera ronda eliminatoria del Torneo del Interior.
Festejo y análisis. Por un lado, la alegría de obtener esos sagrados tres puntos que dejaron al blanquinegro en la segunda posición de la zona 61, pero por el otro la mente fría, a sabiendas que el triunfo ante los chascomunense no puede opacar otra tarea sin matices, chata, y que se vislumbró en el resultado sólo porque el rival se equivocó.
De entrada, Cellillo sorprendió con el regreso de Parodi, y el veterano delantero comenzó con creces a pagar la apuesta del DT: tiro libre de Moltoni y golazo de cabeza a los 6 minutos, como para empezar derechito el rumbo a la clasificación. Pero tras la ventaja, Ever Ready volvió a cometer los errores defensivos de siempre, dejó que el rival creciera y empezó a sufrir. Como siempre.
Ranieri, otra vez figura
Matías Ranieri de a poco comenzó a erigirse en figura, primero ante un remate de Devecchi, y luego ante un cabezazo hacia atrás de Parodi tratando de despejar el peligro en un tiro de esquina. El uno se agrandaba, y dejaba en claro que Tiro cuando se lo proponía iba a lastimar, aunque mucho no se percató el visitante porque Moleiro no aparecía en su esplendor.
Recién en los últimos minutos del primer tiempo, Ever Ready logró desperezarse, y en tres ocasiones llegó con cierta peligrosidad a la valla del seguro Ulacia. Era escaso el aporte, sobre todo teniendo en cuenta que el local estaba obligado a más, sin pensar siquiera que ese mísero 1-0 era una ventaja corta.
Tiro Federal pareció arremangarse en el comienzo de la segunda etapa. García Cuerva se plantó en el medio y le ganó de movida la lucha a Minasso (que chocó feo con Casco en el segundo tiempo y se fracturó el tabique nasal), y enseguida Benedetti encendió la luz de alarma: pelotazo largo a la izquierda con la defensa mal parada, mano a mano con Ranieri y gol. Empate lógico y merecido. Castigo para un Ever Ready tiezo y sin ideas.
Cuando Tiro no se animó
El gol chascomunense parecía ser un mazazo definitivo, de esos que hieren de muerte. Empezaron a correr los nervios en algunos como Gustavo Márquez, que le dio un tremendo golpe a Moleiro que era para roja, pero el árbitro Mella tan sólo lo amonestó. Infló el pecho Ever Ready, respiró más tranquilo, y mientras Tiro se debatía en ir por más o conformarse con un empata que lo acercaba a la clasificación, un pelotazo largo a Parodi hundió al visitante.
El delantero corrió apareado con Laborde y éste chocó con el arquero Ulacia. Parodi se iba y el uno lo tocó. Penal y expulsión. Gol de Casco y volver a vivir para el blanquinegro, que así le pasó la presión al contrario, que se quedó con nueve por una chiquilinada de Laborde, que se ganó la segunda amarilla. En un abrir y cerrar de ojos, y haciendo poco, muy poco, Ever Ready estaba consiguiendo la victoria y la clasificación.
Quedaba un rato en el que el local debía administrar la ventaja, pero no supo hacerlo. Dividió la pelota y se expuso innecesariamente. Vinieron las variantes pero poco cambió. Tuvo algunas chances de aumentar, es cierto, pero fue porque Tiro fue a buscar con coraje. Nada más. Llegó el final, con Ranieri tapándole el gol a Galeano. Ultima imagen de un partido durísimo, en el que Ever Ready ganó porque tuvo seguridad en su arquero, porque el visitante cometió desaciertos atrás y porque Parodi fue la llama que encendió el camino a la clasificación.
Festejo y análisis. Por un lado, la alegría de obtener esos sagrados tres puntos que dejaron al blanquinegro en la segunda posición de la zona 61, pero por el otro la mente fría, a sabiendas que el triunfo ante los chascomunense no puede opacar otra tarea sin matices, chata, y que se vislumbró en el resultado sólo porque el rival se equivocó.
De entrada, Cellillo sorprendió con el regreso de Parodi, y el veterano delantero comenzó con creces a pagar la apuesta del DT: tiro libre de Moltoni y golazo de cabeza a los 6 minutos, como para empezar derechito el rumbo a la clasificación. Pero tras la ventaja, Ever Ready volvió a cometer los errores defensivos de siempre, dejó que el rival creciera y empezó a sufrir. Como siempre.
Ranieri, otra vez figura
Matías Ranieri de a poco comenzó a erigirse en figura, primero ante un remate de Devecchi, y luego ante un cabezazo hacia atrás de Parodi tratando de despejar el peligro en un tiro de esquina. El uno se agrandaba, y dejaba en claro que Tiro cuando se lo proponía iba a lastimar, aunque mucho no se percató el visitante porque Moleiro no aparecía en su esplendor.
Recién en los últimos minutos del primer tiempo, Ever Ready logró desperezarse, y en tres ocasiones llegó con cierta peligrosidad a la valla del seguro Ulacia. Era escaso el aporte, sobre todo teniendo en cuenta que el local estaba obligado a más, sin pensar siquiera que ese mísero 1-0 era una ventaja corta.
Tiro Federal pareció arremangarse en el comienzo de la segunda etapa. García Cuerva se plantó en el medio y le ganó de movida la lucha a Minasso (que chocó feo con Casco en el segundo tiempo y se fracturó el tabique nasal), y enseguida Benedetti encendió la luz de alarma: pelotazo largo a la izquierda con la defensa mal parada, mano a mano con Ranieri y gol. Empate lógico y merecido. Castigo para un Ever Ready tiezo y sin ideas.
Cuando Tiro no se animó
El gol chascomunense parecía ser un mazazo definitivo, de esos que hieren de muerte. Empezaron a correr los nervios en algunos como Gustavo Márquez, que le dio un tremendo golpe a Moleiro que era para roja, pero el árbitro Mella tan sólo lo amonestó. Infló el pecho Ever Ready, respiró más tranquilo, y mientras Tiro se debatía en ir por más o conformarse con un empata que lo acercaba a la clasificación, un pelotazo largo a Parodi hundió al visitante.
El delantero corrió apareado con Laborde y éste chocó con el arquero Ulacia. Parodi se iba y el uno lo tocó. Penal y expulsión. Gol de Casco y volver a vivir para el blanquinegro, que así le pasó la presión al contrario, que se quedó con nueve por una chiquilinada de Laborde, que se ganó la segunda amarilla. En un abrir y cerrar de ojos, y haciendo poco, muy poco, Ever Ready estaba consiguiendo la victoria y la clasificación.
Quedaba un rato en el que el local debía administrar la ventaja, pero no supo hacerlo. Dividió la pelota y se expuso innecesariamente. Vinieron las variantes pero poco cambió. Tuvo algunas chances de aumentar, es cierto, pero fue porque Tiro fue a buscar con coraje. Nada más. Llegó el final, con Ranieri tapándole el gol a Galeano. Ultima imagen de un partido durísimo, en el que Ever Ready ganó porque tuvo seguridad en su arquero, porque el visitante cometió desaciertos atrás y porque Parodi fue la llama que encendió el camino a la clasificación.
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